
En uno de sus actos más conmovedores y simbólicos, el papa Francisco donó el papamóvil utilizado durante su viaje a Tierra Santa en 2014 para transformarlo en una clínica pediátrica móvil destinada a atender a niños heridos, desnutridos o desplazados en la Franja de Gaza, epicentro de una de las peores crisis humanitarias de la actualidad.
El vehículo, que transportó al pontífice durante su histórica visita a Belén fue reacondicionado con equipos médicos de última generación y bautizado como “Vehicle of Hope” (Vehículo de la Esperanza). Ahora, servirá como unidad móvil para brindar atención médica urgente a miles de menores que viven sin acceso a servicios básicos de salud.
“El papamóvil ha sido equipado con kits de diagnóstico, jeringas, vacunas, oxígeno y medicamentos refrigerados”, explicó Peter Brune, secretario general de Cáritas Suecia y uno de los encargados del proyecto.
“No es solo un vehículo: es un mensaje, una intervención que salva vidas en medio del colapso sanitario en Gaza”.
La iniciativa será operada por Cáritas Jerusalén, organización con años de presencia humanitaria en el territorio palestino. El gesto del papa no fue improvisado: según Brune, Francisco dio la instrucción en los últimos meses de su vida, con el deseo de “responder de forma tangible al sufrimiento de los más vulnerables”.
La guerra en Gaza ha dejado a cerca de un millón de niños en condiciones críticas, muchos de ellos desplazados, desnutridos y sin acceso a agua potable ni atención médica, denuncian organismos de la ONU.
“Este regalo representa el amor, el cuidado y la cercanía que el Santo Padre siempre tuvo con los más vulnerables”, declaró Anton Asfar, secretario general de Cáritas Jerusalén, en un comunicado.
El proyecto está a la espera de que se restablezca el acceso humanitario a la Franja de Gaza para comenzar sus operaciones.
Más allá de su impacto médico, el papamóvil convertido en clínica se ha transformado también en un potente símbolo de esperanza, en medio de un conflicto prolongado que ha cobrado la vida de más de 52,000 personas desde octubre de 2023, según cifras oficiales palestinas.
El último recorrido del papa Francisco en un papamóvil ocurrió el pasado 20 de abril, apenas un día antes de su fallecimiento. En ese emotivo paseo por la Plaza de San Pedro, el pontífice, visiblemente debilitado, pidió detener el vehículo en varias ocasiones para bendecir a un niño con cáncer y a varios bebés.
Ese mismo vehículo, símbolo de cercanía y compasión papal, pronto recorrerá las calles devastadas de Gaza con un nuevo propósito: sanar, proteger y no olvidar a quienes más lo necesitan. N