
La Santa Sede confirmó que el esperado cónclave para elegir al nuevo papa comenzará el próximo 7 de mayo, tras la decisión tomada este lunes durante la quinta Congregación General de los cardenales en Roma. La Capilla Sixtina, ubicada en el corazón del Vaticano, cerrará sus puertas a los visitantes mientras se lleva a cabo este solemne proceso, confirmó en un comunicado la Santa Sede.
El término “cónclave” se refiere a la reunión secreta de los cardenales electores para elegir al próximo Pontífice. Durante el cónclave, los cardenales y algunos asistentes autorizados son aislados del mundo exterior en instalaciones dentro del Vaticano. El secreto de este evento es absoluto, y solo un papa tiene la autoridad para permitir que se hable de lo ocurrido dentro del cónclave.
The conclave to elect a new Pope will begin on May 7 according to the Holy See Press Office.
The Cardinals present in Rome made the decision on Monday at their fifth General Congregation.
The conclave will take place in the Vatican’s Sistine Chapel, which remain closed to… pic.twitter.com/3eYiPof4uu
— Vatican News (@VaticanNews) April 28, 2025
Según las normas eclesiásticas, el cónclave debe iniciarse entre 15 y 20 días después de la vacante de la Sede Apostólica. En este caso, el proceso comenzará exactamente dentro de ese rango, el 7 de mayo.
Sí. Los cardenales electores que lleguen tarde por razones legítimas o aquellos que hayan salido durante el proceso podrán ingresar o reintegrarse, siempre que la mayoría de los cardenales presentes considere válida su justificación.
El día de inicio, los cardenales celebrarán una Misa votiva por la elección del Papa, generalmente en la Basílica de San Pedro. Posteriormente, se trasladarán a la Capilla Sixtina, invocarán la asistencia del Espíritu Santo y prestarán juramento de confidencialidad, integridad y fidelidad a las normas del cónclave.
Una vez finalizados los juramentos, el Maestro de Ceremonias ordenará el “Extra omnes”, exigiendo la salida de todos los no autorizados. Tras una meditación sobre la responsabilidad que asumen, los cardenales electores quedarán completamente aislados para iniciar la votación.
Cada cardenal escribe el nombre de su elegido en una papeleta. Las papeletas se mezclan, se cuentan y se perforan para asegurar su integridad. La lectura de los votos es realizada en voz alta por los escrutadores, tres cardenales electores elegidos por sorteo.
Si una persona recibe dos tercios de los votos, se considera elegido. De lo contrario, se procede a nuevas rondas de votación, con la quema de las papeletas tras cada sesión, hayan producido o no una elección.
Los escrutadores son tres cardenales designados aleatoriamente para supervisar el proceso de votación. Recogen, cuentan y verifican cada voto, asegurando que el procedimiento siga las estrictas normas establecidas.
En los últimos cien años, el Colegio Cardenalicio ha elegido un nuevo Papa, en promedio, en el tercer día de votaciones:
Pío X (1903): 4 días, 7 votaciones
Benedicto XV (1914): 3 días, 10 votaciones
Pío XI (1922): 5 días, 14 votaciones
Pío XII (1939): 2 días, 3 votaciones
Juan XXIII (1958): 4 días, 11 votaciones
Pablo VI (1963): 3 días, 6 votaciones
Juan Pablo I (1978): 2 días, 4 votaciones
Juan Pablo II (1978): 3 días, 8 votaciones
Benedicto XVI (2005): 2 días, 4 votaciones
Francisco (2013): 2 días, 5 votaciones
Todo está preparado para un acontecimiento que capturará la atención del mundo. La mirada global se dirige ahora a la Capilla Sixtina, donde el futuro del liderazgo de la Iglesia Católica será decidido en estricto secreto. N