
El gabinete de seguridad de Israel aprobó este lunes un plan militar para intensificar su ofensiva en la Franja de Gaza, que contempla la “conquista total” del territorio palestino, el desplazamiento masivo de la población hacia el sur y una escalada sin precedentes contra el grupo islamista Hamás.
El anuncio, confirmado por un alto funcionario a AFP, coincide con la movilización de decenas de miles de reservistas israelíes y el endurecimiento del bloqueo en Gaza, en una operación que ya ha dejado al menos 52,567 muertos, según cifras del Ministerio de Salud gazatí.
“El plan incluirá la conquista de la Franja de Gaza, mantener el territorio y mover a la población hacia el sur para su protección”, explicó la fuente.
Además, Israel deja abierta una “ventana de negociación” hasta mediados de mayo, coincidiendo con la visita del presidente estadounidense Donald Trump del 13 al 16 de ese mes.
El primer ministro Benjamin Netanyahu “sigue apoyando” la propuesta de Trump de promover la emigración voluntaria de gazatíes a países vecinos como Jordania y Egipto, aunque ambos países han rechazado firmemente esa posibilidad.
La decisión fue aprobada por unanimidad por el gabinete de seguridad, integrado por Netanyahu y ministros clave, con el objetivo de “asestar golpes poderosos a Hamás”, garantizar el regreso de los 58 rehenes que siguen cautivos y desmantelar la infraestructura del grupo que gobierna Gaza.
El plan, sin embargo, fue duramente criticado por la Unión Europea, que advirtió que generará “más heridos y sufrimiento” para los cerca de 2.4 millones de habitantes de la Franja y pidió a Israel actuar con “máxima moderación”.
Hamás denunció este lunes el plan israelí como una forma de “chantaje político”, acusando a Tel Aviv de profundizar la crisis humanitaria derivada del bloqueo impuesto desde el 2 de marzo.
“El gobierno ha reconocido que escoge el territorio en lugar de los rehenes”, afirmó el Foro de las Familias de los Rehenes, criticando que el plan prioriza los objetivos militares sobre la vida de los civiles secuestrados desde el ataque del 7 de octubre de 2023, que dejó 1,218 muertos en Israel, en su mayoría civiles.
Organizaciones como el Consejo Noruego para los Refugiados calificaron el plan como “contrario a los principios humanitarios”, mientras que agencias de la ONU alertan sobre la hambruna creciente en Gaza, pese a que Israel asegura que “hay suficiente comida”.
La ofensiva israelí se intensificó tras la ruptura de la tregua el 18 de marzo, con bombardeos diarios y nuevas incursiones terrestres. Solo este lunes, la Defensa Civil de Gaza reportó 19 muertos en el norte del enclave.
El conflicto se internacionalizó aún más el domingo, cuando un misil lanzado por los hutíes de Yemen impactó cerca del aeropuerto de Tel Aviv, una acción reivindicada por ese grupo aliado de Hamás y respaldado por Irán.
A pesar de la ofensiva, voces dentro de Israel expresan preocupación. “Es una forma irreflexiva de poner en peligro más vidas en ambos bandos”, declaró Tamar Lazarov, ciudadana israelí de 59 años. N