Cualquiera que haya estado en un concierto ruidoso conoce la sensación de la vibración de los oídos, incluso algunas personas experimentan pérdida de audición temporal o permanente y cambios drásticos en su percepción del sonido después de un ruido fuerte. Ante ello, un grupo de científicos descubrió la clave de la prevención en la eliminación de zinc.
En un artículo publicado este martes 12 de febrero en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias, un equipo de investigadores de la Universidad de Pittsburgh anunció el descubrimiento de un mecanismo molecular para este tipo de pérdida de audición y demostró que podría mitigarse con medicamentos.
El equipo descubrió que la pérdida auditiva inducida por el ruido se deriva del daño celular en el oído interno que se asocia con un exceso de zinc que flota libremente, un mineral que es esencial para la función celular y la audición adecuadas. Los experimentos en ratones mostraron que los medicamentos que despojan el exceso de zinc pueden ayudar a restaurar la pérdida de audición o, si se administran antes de una exposición al sonido fuerte esperada, pueden proteger de la pérdida de audición.
“La pérdida de audición inducida por el ruido perjudica millones de vidas pero debido a que la biología de la pérdida auditiva no se entiende completamente, prevenir la pérdida auditiva ha sido un desafío continuo”, dijo el autor principal Thanos Tzounopoulos.
Mientras que algunos experimentan pérdida auditiva inducida por el ruido por una lesión traumática aguda en el oído, otros notan un deterioro auditivo repentino después de estar expuestos continuamente a un ruido fuerte, en un campo de batalla o en una obra de construcción, por ejemplo. Otros notan que su audición se deteriora después de asistir a un espectáculo de música a todo volumen.
Los investigadores dicen que esta pérdida auditiva inducida por el ruido puede ser debilitante. Algunas personas comienzan a escuchar sonidos que no están allí, una condición llamada tinnitus, que puede afectar gravemente su calidad de vida.
Tzounopoulos trató de determinar el mecanismo detrás de la condición para sentar las bases de tratamientos efectivos y mínimamente invasivos. Al realizar experimentos en ratones y en células aisladas del oído interno, el equipo encontró niveles de zinc en el oído interno durante horas después de la exposición a un ruido fuerte.
La exposición, encontraron, causa una liberación robusta de zinc en los espacios dentro y entre las células, lo que en última instancia conduce a un daño celular e interrumpe la comunicación normal de célula a célula.
“Este descubrimiento abre las puertas a una solución. Los experimentos mostraron que los ratones tratados con un compuesto de liberación lenta que atrapa el exceso de zinc libre eran menos propensos a la pérdida auditiva y estaban protegidos del daño inducido por el ruido”, indica el estudio.
Los investigadores están desarrollando un tratamiento que se probará en estudios preclínicos de seguridad con el objetivo de hacerlo disponible como una opción simple y de venta libre para la prevención de la pérdida auditiva. N
