Las dietas son patrones alimenticios seguidos por individuos con el propósito de alcanzar ciertos objetivos: bajar de peso, un mayor rendimiento deportivo, por enfermedades o cualquier otro fin. Existen una gran variedad de dietas como la mediterránea, paleo y vegetariana. Entre las más actuales está la cetogénica o keto, whole30 y el ayuno intermitente, pero ¿cuáles son los pros y contras de estas dietas de moda?
De acuerdo con los especialistas del Hospital Houston Methodist, la dieta keto es un plan de alimentación bajo en carbohidratos y alto en grasas que ha ganado popularidad en los últimos años. Lo anterior, debido a su potencial para la pérdida de peso y otros posibles beneficios para la salud.
El objetivo principal de este régimen alimenticio es inducir un estado metabólico llamado cetosis, en el cual el cuerpo quema grasas para obtener energía en lugar de depender principalmente de los carbohidratos. Los alimentos permitidos suelen incluir grasas saludables como aguacates, aceite de coco, nueces, semillas y aceite de oliva, así como proteínas magras como carne de res, pollo y pescado.
Entre sus ventajas está el aumento de colesterol HDL (bueno) y una reducción de los triglicéridos, así como una disminución de la hemoglobina A1c y la glucosa en la sangre. Sin embargo, puede incrementar el colesterol LDL (malo), ocasionar deficiencias de ciertos nutrimentos y es difícil de mantener porque restringe muchos alimentos.
En la primera, los alimentos restringidos son: cereales, legumbres, queso, leche, cacahuates, productos de soya (incluido el tofu), artículos procesados, edulcorantes artificiales, azúcares refinados y algunos aceites. Este régimen alimenticio puede aportar buenas cantidades de nutrimentos como vitamina C y potasio.
Sin embargo, prohíbe alimentos tradicionales importantes como el arroz y las lentejas. Además, las investigaciones no son concluyentes sobre si ayuda a las personas con diabetes tipo 2 y puede ser difícil obtener calcio para la salud ósea.
La dieta whole30 es un programa de alimentación diseñado para resetear los hábitos alimenticios y mejorar la salud en un periodo de 30 días. Fue creado en 2009 por Melissa Hartwig Urban y Dallas Hartwig, ambos expertos en nutrición y acondicionamiento físico.
Durante ese periodo se eliminan los siguientes grupos de alimentos: azúcares añadidos, granos, legumbres, lácteos, alcohol y alimentos procesados. Si bien te puede conducir a la pérdida de peso, también es muy restrictiva, lo que puede dificultar salir a comer o socializar.
“Requieres de mucho tiempo debido a la lectura de las etiquetas de los alimentos, la planificación y la preparación de las comidas”, refiere el Hospital Houston Methodist.
Para la primera, los alimentos restringidos son: carne, aves, lácteos, huevos, aceites de cocina, zumos, cereales refinados (pan blanco, pasta y arroz). Algunas de sus ventajas son la reducción de presión arterial y el colesterol LDL (malo). No obstante, puede ser difícil obtener suficientes grasas omega-3, proteínas, vitamina B12, zinc, yodo y calcio.
El ayuno intermitente es un patrón de alimentación que alterna entre periodos de ayuno y periodos de alimentación. Aunque existen varias formas, todas implican ciclos regulares de restricción calórica. Entre sus pros destaca la no restricción de alimentos, te puede mejorar el control de glucosa y la resistencia a la insulina, así como una pérdida de peso.
Sin embargo, existen diferentes tipos de ayuno intermitente y algunos carecen del respaldo de la investigación científica. También te puede provocar hambre intensa y efectos secundarios como fatiga, irritabilidad y dificultad para concentrarse. Además, no fomenta comer alimentos nutritivos como verduras, frutas y proteínas.
Los especialistas del Hospital Houston Methodist afirman que el principal inconveniente de casi todas estas dietas es que son muy restrictivas y difíciles de mantener. Si bien es posible lograrlas durante algún tiempo, las diversas actividades rutinarias pueden interrumpir algún régimen alimenticio.
“Otro inconveniente importante es que muchas de estas dietas restringen grupos enteros de alimentos, lo que dificulta la obtención de ciertos nutrimentos esenciales. Por ejemplo, puede ser difícil obtener suficiente calcio cuando se sigue la dieta whole30 o paleo, ya que se restringen los alimentos lácteos y la mayoría de las bebidas de almendras”, concluyen. N
