
Los cambios de humor extremos, entre euforia y depresión profunda, son solo la punta del iceberg de un padecimiento que afecta a millones de personas en el mundo. Cada 30 de marzo se conmemora el Día Mundial del Trastorno Bipolar con el propósito de generar conciencia, despejar mitos y combatir el estigma social que rodea a esta condición.
El trastorno bipolar es una enfermedad mental caracterizada por episodios de depresión y manía. En la fase depresiva, la persona experimenta un ánimo extremadamente bajo, fatiga y pérdida de interés en actividades diarias. En la fase maníaca, la energía se dispara hasta niveles poco usuales, generando comportamientos impulsivos, irritabilidad extrema e incluso alteraciones en el juicio.
Esta condición suele manifestarse en la adolescencia o en la adultez temprana, y en muchos casos es inicialmente diagnosticada como depresión mayor. Sin embargo, conforme evoluciona, aparecen los episodios maníacos que permiten confirmar el diagnóstico.
De acuerdo con cifras del Hospital de Salud Mental de Tijuana, en 2024 se atendieron 974 casos de trastorno bipolar en sus áreas de consulta externa, hospitalización y urgencias. De estos, 391 fueron hombres y 583 mujeres, principalmente en un rango de edad de entre 35 y 50 años.
A pesar de la alta incidencia, muchas personas tardan en buscar ayuda debido al estigma que persiste en torno a la salud mental. “Se sigue viendo como una debilidad o un defecto de carácter, lo que impide que las personas acudan a tratamiento”, señalaron especialistas del hospital.
Además, el mal uso del término contribuye a la desinformación. “Se dice que alguien es ‘bipolar’ simplemente por tener cambios de humor, cuando en realidad es una enfermedad compleja que afecta la vida personal, laboral y social de quien la padece”, agregaron.
El tratamiento para el trastorno bipolar es crónico y requiere de un enfoque multidisciplinario. Incluye medicación estabilizadora del ánimo y terapia psicológica para ayudar a los pacientes a gestionar sus episodios. Sin embargo, la adherencia al tratamiento es un desafío. “Uno de los problemas más comunes es que las personas, al sentirse mejor, dejan la medicación, lo que provoca recaídas”, explicaron expertos.
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El Hospital de Salud Mental de Tijuana cuenta con un equipo de especialistas certificados para atender este padecimiento. Quienes requieran información pueden comunicarse al Departamento de Trabajo Social al teléfono 664 607 9090 ext. 1001, de lunes a viernes de 8:00 a 14:30 hrs.
La lucha contra el trastorno bipolar no solo es médica, sino también social. Visibilizar la enfermedad, combatir el estigma y fomentar la educación en salud mental son pasos fundamentales para mejorar la calidad de vida de quienes la padecen. N