“Cuando un niño aprende a caminar, no solo mira a los adultos caminar y luego dice ‘Está bien, lo tengo’, se pone de pie y comienza a caminar. Primero busca a tientas y hace un poco de prueba y error. Queríamos que nuestro agente de IA diera pasos y se cayera, que tuviera sus propias ideas y cometiera errores. Cada día, mejora un poco, es un poco más inteligente”, dijo Jensen.
Se ha realizado poca o ninguna investigación sobre aproximadamente el 90 por ciento de las bacterias, y la cantidad de tiempo y recursos necesarios para aprender incluso información científica básica sobre ellas utilizando métodos convencionales es abrumadora. La experimentación automatizada puede acelerar drásticamente estos descubrimientos. El equipo realizó hasta 10,000 experimentos en un solo día.
Pero las aplicaciones van más allá de la microbiología. Los investigadores de cualquier campo pueden plantear preguntas como acertijos para que la IA las resuelva a través de este tipo de prueba y error.
“Con la reciente explosión de la IA convencional en los últimos meses, muchas personas no están seguras de lo que traerá en el futuro, tanto positivo como negativo”, dijo Adam Dama, exingeniero de Jensen Lab y autor principal del estudio.
“Pero para mí, está muy claro que las aplicaciones enfocadas de IA como nuestro proyecto acelerarán la investigación diaria”. N
(Con información de Europa Press)