En Durango, por cada restaurant formal, hay seis puestos informales trabajando en las calles, así lo reclamó la presidenta de la Cámara Nacional de la Industria de Alimentos Condimentados y Restaurantes (Canirac), Adriana Porras Zubiria.

“Es una competencia muy fuerte y desleal, hemos notado el incremento de la informalidad, principalmente en el centro histórico de Durango”, expresó.

Refirió que abundan los puestos en las calles, sobre todo en las noches, los cuales no tienen los mismos gastos que los restaurantes formales, como el pago de renta de un local, permisos, Seguro Social para trabajadores, entre otros, permitiendo que ofrezcan precios más accesibles a los comensales.

Hizo énfasis en que esta competencia desleal, aunado a la mala economía que prevalece en Durango, ha llevado a muchos restaurantes, sobre todo nuevos, a cerrar sus puertas.

La empresaria refirió que el 2023 ha sido un año complicado, y muchos restaurantes no pudieron llegar al final. Por lo menos, dijo, son cinco los establecimientos formales, agremiados a la Canirac Durango, que ya no están trabajando.

Pidió a los comensales favorecer no solo el precio de la comida, sino que valoren su salud y acudan a lugares debidamente establecidos, así mismo solicitó apoyo a las autoridades para poner un freno a la informalidad, por lo menos la que se refiere al sector gastronómico.

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