La mariposa monarca protagoniza cada año una travesía de más de 4,000 kilómetros desde Canadá, atravesando Estados Unidos, para establecerse un tiempo en México, y así emprender un viaje de regreso. Sin embargo, los impactos del cambio climático vulneran este fenómeno migratorio y su hábitat de hibernación.
Tan solo en el periodo 2022-2023, la presencia de esta especie en la Reserva de la Biosfera Mariposa Monarca —entre el Estado de México y Michoacán— disminuyó un 22 por ciento, según cifras de la Comisión Nacional de Áreas Protegidas (Conanp).
Con una extensión de 56,259 hectáreas, esta reserva se ubica en medio de montañas con mucha vegetación, a unos 100 kilómetros al noroeste de Ciudad de México. De acuerdo con la Unesco, en la primavera boreal estas mariposas comienzan una migración de ocho meses hacia toda la parte oriental de Canadá. Durante un periodo de cuatro generaciones consecutivas nacen y mueren. Este insecto colorido vive en promedio de cuatro a cinco semanas.
Entre las condiciones ideales para su desarrollo y apareamiento destacan la altitud (2,300-3,500 metros sobre el nivel del mar), temperatura, humedad y exposición a los rayos solares, entre otros. Sin embargo, en los últimos años, impactos ambientales como un clima cálido, sequías y plagas que arrasan con los troncos afectan a miles de mariposas monarcas.
Bajo ese escenario catastrófico, personas que habitan la reserva han emprendido funciones de restauración. Un ejemplo es la organización sin fines de lucro Alternare, que está en pro de la conservación del área de hibernación, de la mano de comunidades rurales y ejidos de la región.
Desde hace más de dos décadas, Alternare basa su estrategia de trabajo en un modelo de desarrollo integral sustentable integrado por cuatro programas y tres ejes de acción que ha beneficiado directamente a más de 150,000 personas.
En el marco de su 25 aniversario, el organismo impulsó la alianza intersectorial “RestaurarXLaMonarca”, cuyo objetivo es implementar medidas de restauración de ecosistemas degradaos, brindar capacitación y acompañamiento para reducir la vulnerabilidad y facilitar la adaptación al cambio climático de las comunidades indígenas y ejidos que habitan la zona. Asimismo, se busca evitar y mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero.
“En Alternare llevamos 25 años de trabajo con las comunidades que habitan en la Reserva de la Mariposa Monarca. Nuestra tesis es conservar los recursos naturales. Nuestro eje transversal en justo la capacitación para producir más, hacer empresas sustentables, reforestar y conservar el bosque para un buen manejo del agua”, comparte con Newsweek en Español Guadalupe del Río, presidenta y cofundadora de la organización.
A tenor de Alternare, si se extinguen las mariposas, eventualmente también están en riesgo ciertas plantas y animales que dependen de su existencia. Durante 2022 y 2023 solo ocuparon un total de 2.21 hectáreas, es decir, llegaron tres colonias a Michoacán y ocho al Estado de México; seis más en la Reserva de la Biósfera y cinco fuera del área natural protegida. Entre las causas de baja presencia, Alternare retoma en una lámina la eliminación sistemática del algodoncillo que utilizan para reproducirse y la degradación forestal.
“Estamos en un momento clave, es urgente restaurar los ecosistemas dañados. Lograrlo depende de la colaboración de todos. Queremos sumar esfuerzos y prevenir la extinción del fenómeno migratorio por medio de una estrategia integral que involucra a los habitantes del área, académicos, iniciativa privada y actores clave de la región”, agrega Del Río.
La estrategia “RestaurarXLaMonarca” constituye el primer esfuerzo colaborativo con representantes de organizaciones de la sociedad civil, diferentes niveles de gobierno, instituciones académicas e iniciativa privada que trabaja de manera coordinada para restaurar los bosques que albergan a la mariposa monarca durante el invierno.
Algunos actores del sector social y ambiental en unirse fueron El Humedal, Fundación Kaluz, United Way México y Fundación Gira. Como acción inicial, el pasado 27 de abril, en el Papalote Museo del Niño se proyectó el largometraje El vuelo de las monarca. El recinto donó el espacio con el fin de celebrar un evento de recaudación de fondos destinados a implementar acciones de manera inmediata que contribuyan a restaurar los bosques que se ven afectados por el aumento de la temperatura en el área, lo que altera el fenómeno migratorio causando incendios, sequía, plagas forestales, por mencionar algunos. En total, se tuvo una asistencia de casi 400 personas.
A voz de Guadalupe del Río, el primer programa de acción de Alternare es la capacitación. Con 19 generaciones hasta el momento, forman líderes campesinos que tengan el interés de transformar sus comunidades y transmitir sus conocimientos. Para ello, tienen un convenio de colaboración con el INCA Rural de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa).
El segundo eje es la mejora de vivienda y seguridad alimentaria. Este es mediante grupos, donde el 98 por ciento son mujeres. Cada 12 meses, asegura trabajar con 150 familias que desean mejorar el lugar donde habitan para producir más y mejores alimentos, a través de la producción de traspatio o los llamados huertos urbanos, que son espacios al aire libre donde se cultiva todo tipo de vegetales y semillas de forma continua durante todo el año para su autoconsumo o bien para el desarrollo de proyectos productivos de comunidades marginadas.
“También recuperamos técnicas tradicionales como es el conocimiento de las plantas medicinales para hacer jarabes y pomadas, etcétera. En la mejora de vivienda, por ejemplo, tenemos los baños secos, en donde no contaminamos”, añade.
Según el sitio Ecotec de la UNAM, un sanitario ecológico es uno que no requiere de agua para la evacuación de orina y excremento. Los desechos son tratados por descomposición, por lo que los residuos sólidos se utilizan como abono orgánico y los residuos líquidos, como fertilizante natural.
En tanto, el tercer eje engloba bosque y agua. Por más de una década, Alternare lleva trabajando con ocho comunidades indígenas y ejidos que viven en la cuenca Río San Juan Zitácuaro. Las comunidades tienen espacios en el área núcleo de la Reserva de la Mariposa Monarca y en áreas de amortiguamiento. “Entre 15 por ciento del agua que nos llega a la CDMX vienen de esta cuenca”, apunta Del Río.
El cuarto programa son proyectos productivos, uno de ellos tiene que ver con la producción de zarzamoras, miel, conservas y pan. Aunado a todo lo anterior, Alternare también tiene la iniciativa Bosque Somos. Según la descripción, el interesado colabora con esta organización y la comunidad indígena Carpinteros, ubicada en Michoacán, donde mediante un programa de adopción de árboles cualquier persona en el mundo puede adoptar uno de ellos en la Reserva de la Biosfera Mariposa Monarca. El sitio presume haber regenerado más de 300 hectáreas en los bosques de hibernación de la mariposa, al momento.
Todos estas iniciativas, ejes y programas le han permitido a Alternare recibir varios galardones como el Premio Eugenio Garza Sada 2022, otorgado por el Tecnológico de Monterrey por su labor humanista en México. El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en 2020 y la Organización de las Naciones Unidas Alimentación y la Agricultura (FAO) en 2018 también otorgaron un reconocimiento por ser una iniciativa innovadora y escalable para impulsar el desarrollo sostenible de Latinoamérica y el Caribe.
“Al final, conservación sin dinero es conversación, por eso buscamos estas alianzas con ‘RestaurarXLaMonarca’, para salvaguardar el territorio donde llega la mariposa monarca y, a su vez, los campesinos (comunidad) puedan aprovechar los recursos naturales al tiempo que ayudan a conservar y restaurar”, concluye. N
