La música como compañera de la humanidad en su evolución. La historia secreta, alucinógena, de la religión cristiana. Un viaje al corazón del México más pintoresco y popular. No te pierdas estos tres libros.
La primera recomendación se titula El ritmo infinito. El ser humano y la música a lo largo de la historia (editorial Ariel), un libro histórico y antropológico del musicólogo inglés Michael Spitzer.
En esta obra, el autor asienta que la manera en que hemos interpretado y escuchado distintos tipos de música en el transcurso de la historia nos ha definido como especie y nos ha ayudado a saber quiénes somos. Sin embargo, la música es una parte ignorada del relato de nuestros orígenes.
En busca de ese cosmos musical, este libro ofrece un viaje estimulante sobre la relación del ser humano con la música en tres líneas temporales: la vida cotidiana, la historia del mundo y la evolución humana.
Se trata de una obra que abarca desde su evolución hasta los daños del colonialismo musical, pasando por un enfoque científico sobre cómo responde el cerebro a la experiencia de músicos y aficionados. Es una lectura para reflexionar sobre la importancia de la música y su presencia en nuestras vidas.
La segunda propuesta se titula La llave de la inmortalidad (editorial Crítica), un libro histórico del investigador estadounidense Brian C. Muraresku que pone el foco en cómo la religión y la ciencia convergen para pintar un cuadro radical del evento fundacional del cristianismo.
El historiador religioso Houston Smith alguna vez se refirió al “secreto mejor guardado” de la historia: los antiguos griegos consumían drogas para encontrar a Dios y los primeros cristianos heredaron esa tradición secreta.
Con la finalidad de verificar si en la antigüedad la eucaristía se realizaba con alucinógenos, Muraresku examinó las raíces del sacramento que realizan cada domingo unos 2,500 millones de cristianos alrededor del mundo: visitó las ruinas de Grecia, inspeccionó colecciones ocultas del Museo del Louvre, se internó en las catacumbas de Roma para descifrar los símbolos de los primeros cristianos y revisó archivos secretos del Vaticano.
Esta obra reconstruye la historia de una remota eucaristía psicodélica guiada sobre todo por mujeres que luego fue prohibida y suprimida de los registros “oficiales” por la Iglesia.
La tercera sugerencia se titula México en mí (editorial Diana), una obra del historiador y ensayista mexicano Armando Fuentes Aguirre, “Catón”, un viajero incansable que ha recorrido todos los caminos de México.
Por ello, porque no hay estado del país al que al autor no lo hayan llevado sus andanzas, esta obra es un viaje único e irrepetible al corazón de México: personajes pintorescos, tradiciones, fondas, cantinas, leyendas y moditos de hablar. Quien ame esta patria y quiera sentir su genio y su figura, su corazón y su alma, encontrará en este libro motivos para amarla más profundamente y conocerla mejor.
“Catón” hace un recuento de sus vivencias a lo largo y ancho del país que deriva en un crisol de la cultura popular mexicana: los mercados, la música, las iglesias, la gente, entre muchas otras cosas. En cada una de estas páginas, el lector sentirá el latido de nuestro país, la nobleza de su pasado, el vibrar de su presente y la esperanza de su porvenir. N
