Más de 450 migrantes que llegaron el 1 de marzo a la isla griega de Lesbos, luego de que Turquía abriera sus fronteras, están “detenidos” a bordo de un buque de la Armada griega sin poder presentar solicitudes de asilo, informó este martes la ONG Human Rights Watch (HRW)
“La decisión de Grecia de detener a más de 450 personas en un buque de guerra y negarles (la posibilidad) de presentar solicitudes de asilo viola el derecho europeo e internacional (…) y puede constituir una privación arbitraria de la libertad”, denuncia la ONG en un comunicado.
Desde la decisión de Ankara, el 28 de febrero, de abrir sus fronteras a los migrantes, las islas griegas han visto llegar a más de 1,700 de ellos. La mayoría de los recién llegados a Lesbos fueron trasladados el miércoles pasado a un buque militar por falta de alojamiento en la isla, sin autorización para presentar un solicitudes de asilo, una medida adoptada en el Consejo Nacional de Seguridad griego el 1 de marzo.
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Según Bill Frelick, director de HRW para cuestiones relativas a los derechos de los migrantes y los refugiados, “Grecia debe revocar inmediatamente esta política draconiana, acoger a estas personas en condiciones seguras y decentes, y permitirles presentar solicitudes de asilo”.
Las autoridades griegas denegaron a la ONG el acceso a la nave, pero se le permitió comunicarse por teléfono con un ciudadano sirio que se encontraba allí. Según su testimonio, “los niños no reciben suficiente comida y ropa, no hay duchas ni jabón, y hasta ahora sólo tenemos tres baños para 451 personas”.
HRW señaló que también lamentaba que no puedan ver a un abogado ni obtener información sobre su situación.
En Lesbos, más de 19,000 refugiados viven en condiciones miserables en el campo de Moria, diseñado para menos de 3.000 personas.
