
El día 25 de cada mes se conoce como el “Día Naranja”, un día para generar conciencia y pasar a la acción para poner fin a la violencia contra las mujeres y las niñas.
Actualmente en el planeta, la violencia contra las mujeres y las niñas sigue siendo la violación de los derechos humanos más generalizada. Su prevalencia, que se agravó como consecuencia de la pandemia de covid-19, está aumentando aún más debido a las crisis interrelacionadas del cambio climático, el conflicto mundial y la inestabilidad económica, explica la ONU.
El Día Naranja hace un llamado a activistas, gobiernos y socios de las Naciones Unidas para movilizar a la población y destacar las cuestiones relacionadas con prevenir y poner fin a la violencia contra las mujeres y las niñas, no sólo una vez al año, el 25 de noviembre (Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres), sino todos los meses.
De acuerdo con la ONU, tras varias décadas de movilizaciones, se ha conseguido incluir la erradicación de la violencia de género en las agendas internacionales.
“Nunca tantos países han contado con leyes contra la violencia doméstica, las agresiones sexuales y otras formas de violencia. Sin embargo, continúan existiendo desafíos en la aplicación de estas leyes, resultando en una limitada protección y acceso a la justicia por parte de mujeres y niñas. Asimismo, no se hace lo suficiente para prevenir la violencia, y cuando ésta ocurre a menudo queda impune”.
Los movimientos antifeministas están en aumento, los ataques contra las defensoras y activistas de los derechos humanos son más frecuentes, y la condición jurídica de los derechos de las mujeres está cada vez más amenazada en muchos países, advierte la ONU.
“Las nuevas leyes regresivas exacerban la impunidad de los perpetradores de violencia contra mujeres y niñas en el ámbito privado, los Gobiernos emplean la fuerza en las manifestaciones contra la violencia de género y el femicidio, y las organizaciones por los derechos de las mujeres se ven más y más marginadas”.
Mucho más allá de las cifras y de la invitación a “pintar nuestro mundo de naranja”, como lo señala el Día Naranja, cada 25 representa la oportunidad para sumarse al llamado de la no violencia contra las mujeres y contribuir así a construir un mundo libre de discriminación, desigualdad y actos de violencia hacia mujeres y niñas. N