El Alzheimer es una enfermedad cerebral progresiva que deteriora gradualmente la memoria, el pensamiento y otras habilidades cognitivas. Según la Alzheimer’s Association, una de las principales organizaciones dedicadas a esta afección, existen 10 señales tempranas que pueden alertar sobre el inicio de la enfermedad y que no deben ser pasadas por alto.
Los expertos recomiendan que, ante cualquiera de estos síntomas, se consulte a un profesional de la salud para un diagnóstico adecuado. Estos son los signos a los que debes prestar atención:
Olvidar acontecimientos recientes, fechas importantes o repetir las mismas preguntas varias veces es una de las primeras señales de advertencia.
Tener problemas para seguir recetas conocidas, administrar las finanzas personales o llevar control de las facturas también puede ser indicativo.
Olvidar cómo usar electrodomésticos habituales o las reglas de juegos familiares puede señalar un deterioro cognitivo.
Confundirse sobre la fecha, no saber dónde se está o cómo se llegó a un lugar determinado son signos de alerta frecuentes.
La enfermedad puede dificultar la capacidad de distinguir colores, contrastes o interpretar correctamente las distancias y relaciones espaciales.
Quienes comienzan a desarrollar Alzheimer pueden tener problemas para seguir una conversación, encontrar las palabras adecuadas o repetir ideas.
Extravío de pertenencias personales y dificultad para recordar dónde se dejaron son comportamientos comunes en las primeras etapas.
Los pacientes pueden volverse más vulnerables a fraudes financieros o tomar decisiones poco prudentes en su vida diaria.
Una disminución notable en el interés por eventos sociales, actividades recreativas o pasatiempos que antes resultaban motivadores puede ser un síntoma temprano.
Incremento de la irritabilidad, la desconfianza hacia otros o la confusión repentina pueden indicar alteraciones cognitivas iniciales.
“Si nota alguna de estas señales en usted o en alguien que conoce, no las ignore”, subraya la Alzheimer’s Association. La detección temprana es clave para acceder a tratamientos que pueden ayudar a mantener un mayor nivel de independencia durante más tiempo.
Detectar a tiempo estos síntomas puede marcar una diferencia significativa en la calidad de vida de los pacientes y sus familias. N
