
El escritor estadounidense Alvin Toffler ha señalado que “los analfabetas del siglo XXI no serán aquellos que no saben leer ni escribir, sino aquellos que no puedan aprender, desaprender y reaprender. ¿Podemos hacerlo en entornos cibernéticos? ¿Estamos desarrollando el pensamiento crítico que las circunstancias actuales nos reclaman?
Por ejemplo, al año, nuestro país recibe alrededor de 156,000 millones de intentos de ciberataques. Pero ello no es el único riesgo en el ciberespacio: desinformación, agresividad y depresión son resultado de una sociedad con acceso al ciberespacio, pero poco preparada para sus retos.
Más que usuarios, la sociedad necesita de ciudadanos digitales. Personas conscientes, responsables, informadas y capaces de reaccionar frente a noticias falsas, imágenes creadas por Inteligencia Artificial, comentarios agresivos, competencia por visualizaciones y una necesidad apremiante por obtener fama.
Aunque en la teoría todos y todas podríamos responder que contamos con las habilidades indispensables para navegar sanamente por nuestras redes sociales, en la práctica podríamos encontrarnos con serias dificultades. Por ello, a continuación, presentamos un pequeño repaso, reflexión, o si se quiere, examen de conciencia sobre nuestra Cultura Digital:
Más allá de las respuestas, el que estés leyendo este artículo y quieras informarte sobre estos temas constituye un gran avance para la construcción de una ciudadanía digital. Si bien es cierto que durante los últimos años el gran reto era la brecha digital, actualmente 8 de cada 10 mexicanos tienen acceso a internet. Por ello, la alfabetización es la nueva gran meta, es decir, no es suficiente contar con más usuarios, sino que éstos puedan desarrollarse en entornos seguros.
¿Cómo construimos una mejor ciudadanía digital?
Indudablemente, las herramientas digitales nos permiten resolver problemas, adaptarnos, innovar, crear, integrarnos, personalizar. Pero son sólo eso, herramientas. Y, nosotros, somos un recurso invaluable. La tecnología debe trabajar para nosotros y no nosotros para ello. Por eso, como mencionaba Mahatma Gandhi, “si quieres cambiar al mundo, cámbiate a ti mismo”. El problema no es la tecnología sino el uso -o desuso- que hacemos de la misma. Con el nuevo boom de la era digital, es decir, con la popularización de Inteligencia Artificial, seremos capaces -si así lo decidimos- de potencializar aún más el conocimiento, el arte, las ciencias. El dilema es si estamos dispuestos a educarnos y re-educarnos constantemente. ¿Te animas a pasar la prueba? N