
“Como no hay dolor, no hay molestias ¿Pues a qué voy? Entonces la gente acude al dentista hasta que tiene un problema serio, un dolor, un sangrado de encías, dolor de muelas o se me fracturo un diente y es la manera en que acuden, pero para una revisión preventiva es menos probable”, puntualizó.
“Si no somos capaces de hacernos una limpieza periódica, por decir cada seis meses o cada año, vamos a tener inflamación de las encías, puede haber pérdida ósea, vamos a tener algunas caries y si no las atendemos a tiempo vendrán lesiones mayores, hasta tener que realizarnos endodoncias o al final pérdida de piezas dentales”, agregó.
Benjamín González, quien también es catedrático de maestría y especialidad en ortodoncia, explicó que hay personas con 30 o 40 años de edad y nunca han asistido a un dentista, seguramente porque tienen muy buena dentadura, pero el resto de la población si necesita ir con un profesional en esta materia y no esperar a interrumpir sus actividades diarias por un dolor de muela u otro tipo de padecimientos bucales.
“No atenderse implica que va a haber problemas mayores y por ende gastos mayores”, explicó. N