
Por nuestra posición privilegiada en Miami y nuestra experiencia laboral tenemos un importante expertise sobre lo que acontece en Latinoamérica. Con motivo de la segunda edición de los Responsibility Days de BMW, celebrados a principios del mes de noviembre, nos sentamos con el líder del equipo de BMW en Latinoamérica. Reiner es responsable de lo que sucede con BMW, Mini y BMW Motorrad.
La región no es importante en la cifra total de volumen, pero sí lo es en potencial de crecimiento y el número de mercados que representa. La diversidad de idiomas, necesidades, y geografías hacen el reto empresarial de conquistar los mercados latinoamericanos, una historia apasionante. BMW en México, donde está basada la organización para Latinoamérica, ha cumplido 30 años, y poco más de 5 desde la inauguración de la planta en San Luis Potosí, la antigua mini planta en el Estado de México produce hoy algunas unidades blindadas.
Pues, con un volumen de unos 2.5 millones de unidades anuales, obviamente es un porcentaje de ventas pequeño, de apenas un 2 %. Sin embargo, somos una región, tanto México como Latinoamérica, en expansión, con mucho potencial, con un mercado de 670 millones de personas. Aunque el desarrollo de una clase media, nuestro principal público objetivo, va a ser un proceso lento, tenemos un crecimiento muy estable y fuerte. Contamos con tres plantas en la región lo que nos ha permitido desarrollar una estrategia de ofrecer nuestras gamas de producto con todos los sistemas de propulsión, desde motores de gasolina a versiones 100 % eléctricos, pasando por híbridos enchufables.
Es cierto, Latinoamérica es un mercado muy importante. Brasil es top 6 y tenemos el 50 % de la industria en la gama de alta cilindrada, por arriba de 500 cc, más de 20.000 unidades vendidas y un crecimiento de más del 2 %. Las motos son muy importantes para nosotros.
Creo que se complementan. Tienes clientes que conocen BMW a través de los autos y, por su estilo de vida, llegan a las motos y se quedan ahí. Y tienes otros clientes que acceden a la marca a través de las motos o del segmento A.
Yo pienso que, en Latinoamérica, en comparación con otros países, la electrificación se produce en el mercado prémium y luego va penetrando en los segmentos que hay por debajo. Nosotros somos muy importantes en el segmento prémium, y contamos con varios modelos eléctricos. Obviamente para un cliente que busca un auto en este nivel es lógico que lo encuentre en BMW.
No puedo confirmar los datos, porque no hay cifras de BYD, por ejemplo, ni de muchas otras marcas nuevas que acaban de entrar en el mercado. Pero sí puedo asegurar que uno de cada tres autos que vendemos en la región es un auto electrificado. Estamos hablando de un área geográfica con varios países que son todavía economías emergentes.
Es muy complejo. Todos los países tienen su propio ritmo de adopción, entornos empresariales diferentes, las regulaciones varían. Brasil es muy diferente de México, Ecuador es muy distinto a Paraguay o Uruguay. Tenemos que saber ofrecer a cada país el producto adecuado.
No solo la planta de San Luis, también las de Brasil [planta Araquari, que cumple 10 años en 2024, y la planta de Manaos, de producción de motos] tienen la gran ventaja de que están muy cerca de nuestra red de distribución aportando rapidez de abastecimiento, time-to-market reducidos, flexibilidad de producción… También nos permite ofrecer tiradas especiales para cada país. Por ejemplo, aquí en México, las ediciones 30 años o la edición especial para la Serie
Empecé mi carrera en Latinoamérica, en la oficina de Panamá. Tras trabajar en muchos otros lugares, volver a Latinoamérica para mí ha sido un sueño. México es una maravilla porque tiene de todo. Es una cultura muy abierta y un centro empresarial muy desarrollado, con muy buenas conexiones a todos los otros países en Latinoamérica. Me siento súper contento aquí en México. Me encanta.
Que continúe la tendencia ascendente y que mantengamos la estrecha colaboración que hay ahora con nuestra red de concesionarios en México.