Con la expansión de la inteligencia artificial los ladrones digitales han refinado sus estrategias y hoy en día no necesitan robar identidades, pues les basta con fabricarlas. Gracias al uso de deepfakes (video manipulado creado con inteligencia artificial) los ciberdelincuentes están suplantando a las personas con fines de estafa, pues se ganan la confianza de sus conocidos y logran robarlos.
El video y audio manipulado con inteligencia artificial para imitar de forma realista a una persona y lograr que diga o haga algo que nunca ocurrió es la nueva modalidad de la estafa en línea.
Su alcance no es menor, pues una encuesta de la empresa de ciberseguridad Kaspersky reveló que 72 por ciento de los encuestados no sabe qué es un deepfake y 62 por ciento por ciento asegura que tampoco sabe cómo reconocer un contenido de este tipo.
Esta confusión es ampliamente aprovechada por los ciberdelincuentes, incluso, las estafas mediante mensajes falsos se incrementaron en 220 por ciento en México en 2024, de acuerdo con el Panorama de Amenazas 2024 de Kaspersky.
Si bien en algunos casos se trata de llamar la atención con imágenes manipuladas de gente famosa, también existen situaciones en donde se utiliza la identidad de un familiar o un representante de banco para ingresar a sitios falsos en donde registran sus datos personales y bancarios o, peor aún, realizan compras de supuestas mercancías que jamás reciben.
Ante la creciente incidencia de estos fraudes, expertos de ciberseguridad han diseñado una guía de cinco sencillos pasos para ayudar a los usuarios a identificar un video falso y evitar ser víctimas de esta moderna forma de estafa.
Casi por regla, los deepfakes fallan en replicar los movimientos naturales de los ojos y la boca. Si la persona parpadea muy poco o de forma extraña, o si los labios no están bien sincronizados con el audio, podría tratarse de un video manipulado.
Se aconseja revisar si la luz en el rostro es similar a la que tiene el resto del cuerpo o el fondo en el que el video ha sido grabado. Las sombras que no coinciden o los brillos extraños pueden delatar una edición artificial.
Un tono de voz robótico, cortes bruscos o falta de locución natural son señales de que el audio fue generado o editado con IA. En algunas ediciones existen descuidos importantes, como superponer un audio al sonido original que no coincide con el movimiento de los labios.
Estas pueden ser pixeles borrosos alrededor del rostro, bordes que cambian de forma o incluso gestos corporales poco naturales, los cuales pueden evidenciar un deepfake malhecho.
Antes de dar crédito al video o de compartirlo, es importante que revises si proviene de una fuente oficial. Puedes hacerlo consultando el perfil oficial de la persona involucrada u otros medios confiables. Si se trata de un video que solo circula en mensajes reenviados o cuentas sospechosas, es falso.
Para prevenir un fraude con algún familiar o amigo cercano se sugiere establecer una palabra clave, o también procura contactar a la persona por otros medios para preguntarle directamente su situación y descartar un engaño.
Por último, es menester que, de ser víctima de un fraude, se denuncie o reportar a las instituciones correspondientes, pues la difusión es fundamental para frenar los crímenes lo antes posible y evitar que llegue a más personas.
Además, es importante mantenerse informado y alerta. Isabel Manjarrez, Investigadora de seguridad del Equipo Global de Investigación y Análisis de Kaspersky, detalla que estas estafas logran su objetivo no solo por lo sofisticado de la tecnología detrás de ellas, sino porque muchas personas aún desconocen su existencia o no saben cómo identificarlas.
“En un mundo digital que avanza a gran velocidad, mantenerse informado sobre cómo evoluciona la tecnología —y los riesgos que trae consigo— ya no es opcional, es una forma de autoprotección”, indica la especialista. N
