
Las campañas para la elección del Poder Judicial de la Federación (PJF) se desarrollarán bajo un esquema sin precedentes: sin templetes, sin perifoneo, sin propaganda en lonas y sin equipos de apoyo. El Instituto Nacional Electoral (INE) ha impuesto restricciones estrictas a los candidatos, limitando sus gastos a lo estrictamente personal: traslados, viáticos, hospedaje y producción de contenido digital.
Los aspirantes podrán organizar encuentros públicos, pero sin invertir en logística. Esto significa que no podrán rentar sillas, carpas o escenarios, ni distribuir regalos o bebidas. Tampoco podrán usar vehículos ajenos para movilizarse ni recibir apoyo de voluntarios para el reparto de propaganda.
El INE dejó claro que los candidatos pueden recurrir a préstamos bancarios personales o tarjetas de crédito para financiar sus campañas, pero no pueden recibir aportaciones de personas o esquemas informales de financiamiento. Todos los préstamos deberán liquidarse antes del 15 de julio de 2025, fecha límite para la fiscalización del proceso.
El órgano electoral también prohibió que funcionarios promuevan la participación en la elección judicial. Esto ocurre luego de que la presidenta Claudia Sheinbaum y legisladores afines a su partido realizaran eventos públicos para incentivar el voto, lo que ha sido criticado como una maniobra para favorecer ciertos perfiles en la contienda.
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El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) analizará si estas restricciones se mantienen o si habrá cambios en la normativa. Mientras tanto, los aspirantes deberán navegar una campaña atípica, donde el alcance de su mensaje dependerá más de la creatividad que del presupuesto. N
Con información de Animal Político.