El 4 de febrero, Fátima sufrió una caída desde el tercer piso de la Secundaria Diurna No. 236. Su familia denuncia que, por ser fanática del K-Pop, era constantemente acosada por sus compañeros, quienes incluso llegaron a agredirla físicamente y a hostigarla en redes sociales.
Juan Zavala Peña, padre de la menor, reveló que denunciaron el bullying un mes y medio antes de la tragedia, pero la dirección escolar no tomó cartas en el asunto. Ahora, teme que la violencia haya escalado hasta el punto de provocar la caída de su hija.
El secretario de Educación Pública, Mario Delgado, confirmó que la familia había denunciado la situación en diciembre de 2024, pero aseguró que hasta el momento no hay evidencia de que la menor fuera empujada. “No hay elementos ahora para definir exactamente cómo sucedieron los hechos”, declaró el 17 de febrero.
La Autoridad Educativa Federal en la Ciudad de México (AEFCM) también desestimó la versión de la familia, indicando que los videos difundidos en redes sociales no coinciden con lo ocurrido. La Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México abrió una investigación y continúa recabando testimonios de alumnos y personal escolar.
La familia de Fátima no tardó en reaccionar a las declaraciones de las autoridades. En una carta pública, calificaron las palabras de Mario Delgado como “irresponsables” y pidieron su destitución, además de solicitar que la Fiscalía General de la República (FGR) atraiga el caso.
“Nos parece inaceptable que un funcionario con esta falta de empatía esté a cargo de la educación en el país”, señalaron en la misiva. También exigieron sanciones contra los responsables y medidas efectivas contra el acoso escolar.
Mientras tanto, Fátima se recupera de una cirugía tras sufrir fracturas en la columna, pelvis y otras partes del cuerpo a causa de la caída.
La presidenta Claudia Sheinbaum evitó pronunciarse sobre Mario Delgado, pero se comprometió a fortalecer los mecanismos para prevenir el acoso escolar. “El objetivo es evitar la violencia en cualquier forma dentro de las escuelas”, afirmó en su conferencia matutina.
El caso ha trascendido fronteras. Fans del K-Pop, conocidos por su activismo en redes, lanzaron la campaña #JusticiaParaFátima para exigir una investigación transparente.
Organizaciones de la sociedad civil también se han sumado a la exigencia de justicia, pidiendo sanciones y estrategias más contundentes contra el bullying.
Incluso la Embajada de Corea del Sur en México emitió un comunicado condenando el acoso por preferencias musicales y destacando los valores de inclusión y diversidad promovidos por el K-Pop.
Mientras la investigación sigue en curso, la indignación crece. Para la familia de Fátima, este no es solo un caso de acoso escolar, sino una llamada de atención sobre la falta de respuestas ante el bullying en las escuelas mexicanas.
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La pregunta sigue en el aire: ¿fue un accidente o una agresión? La respuesta a esta interrogante podría marcar un precedente en la lucha contra la violencia escolar en México. N
Con información de Animal Político.
