En medio de las transformaciones que vivimos hoy, la educación en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM, por sus siglas en inglés) se posiciona como una pieza clave para garantizar un desarrollo sostenible de las sociedades. En particular, tecnologías como la inteligencia artificial generativa destacan como un ejemplo de innovación que debe incorporarse a los programas educativos por su impacto futuro en todos los aspectos de nuestra vida.
Para aprovechar su potencial, es imprescindible formar a las futuras generaciones en disciplinas STEM no solo para usarlas de manera efectiva, sino también para garantizar su aplicación ética y responsable.
Países que han priorizado la educación STEM en sus políticas públicas ya están viendo los frutos de esa inversión. Corea del Sur ha implementado programas de formación temprana en robótica y codificación, lo que ha llevado a una generación de personas altamente preparadas para sectores tecnológicos avanzados.
Este modelo no solo impulsa la competitividad, sino que también contribuye a la creación de sociedades más equitativas al democratizar el acceso a herramientas y conocimientos que antes estaban reservados para una minoría.
Además, invertir en STEM tiene implicaciones directas para la economía global. Las empresas que implementan soluciones basadas en tecnología de IA generativa han reportado incrementos significativos en su productividad y capacidad para innovar.
Sin embargo, sin una fuerza laboral capacitada, estas oportunidades podrían desperdiciarse, aumentando aún más la brecha entre países desarrollados y en vías de desarrollo. La educación STEM es una herramienta no solo para el crecimiento individual, sino también para el desarrollo colectivo y la competitividad a nivel global.
Un caso reciente que ilustra el impacto de la IA generativa en la educación es el proyecto GenIA UJA, de la Universidad de Jaén, desarrollado con Google Education. Este programa integró tecnologías de IA generativa en aspectos de la educación universitaria, utilizando herramientas como Chat Gemini. Gracias a esta iniciativa, los estudiantes pueden aprovechar contenidos educativos personalizados, participar en proyectos de investigación que usan grandes cantidades de datos y reducir significativamente la carga administrativa.
La combinación de estas herramientas no solo mejora la experiencia estudiantil, sino que prepara a los alumnos para un mercado laboral donde las habilidades digitales avanzadas serán completamente necesarias.
La influencia de la IA generativa no se detiene en los salones. En la administración educativa, estas tecnologías permiten implementar sistemas de gestión. Por ejemplo, se utilizan algoritmos para prever necesidades logísticas y optimizar el uso de recursos.
Al liberar recursos a través de estas eficiencias, las instituciones pueden redirigir fondos a programas educativos más innovadores, como laboratorios STEM o formación en programación y robótica para estudiantes más jóvenes. Esto demuestra cómo la IA generativa no solo potencia el aprendizaje, sino que también mejora las estructuras que lo sostienen.
Sin embargo, junto con las oportunidades vienen retos significativos. Un reporte de NTT DATA sobre las consideraciones éticas de nuevas tecnologías como la IA generativa menciona riesgos como la manipulación de información, la propagación de contenido falso o los deepfakes y los problemas de derechos de autor relacionados con contenido generado automáticamente.
Esto requiere una reflexión profunda y de regulación. Por eso, la educación STEM no solo debe enfocarse en habilidades técnicas, sino también en desarrollar una mentalidad crítica y una comprensión de los principios éticos para garantizar el uso responsable de las nuevas herramientas tecnológicas.
La educación STEM es una inversión estratégica para cualquier sociedad que aspire a destacar en el futuro digital. Al preparar a las nuevas generaciones con habilidades avanzadas en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas estamos asegurando su capacidad para enfrentar los retos de un mundo en constante cambio.
Además, con una formación adecuada, los países podrán garantizar que tecnologías como la IA generativa se utilicen de manera ética y responsable, maximizando su impacto positivo. El fortalecimiento de la educación STEM no solo es un compromiso con el progreso, sino también con el bienestar y la sostenibilidad de nuestra sociedad. N
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Juan Carlos Montero Vilchis es jefe de Tecnología Digital en NTT Data México. Los puntos de vista expresados en este artículo son responsabilidad del autor.
