Durango está sintiendo los efectos secundarios de la violencia en Sinaloa, lo que ha afectado su economía local, especialmente en el sector turístico. De acuerdo con el gobernador del Estado, Esteban Villegas Villarreal, la ocupación en las cabañas de la sierra ha disminuido significativamente, con un 20 por ciento de ocupación en comparación con el 80 por ciento que solían registrar en años anteriores. Esto, aseguró, se debe a la percepción de inseguridad derivada de la violencia en la entidad vecina.
En este contexto, puntualizó que es fundamental mantener a Durango blindado y seguro. Para ello, el gobierno estatal está trabajando en una estrategia de seguridad junto con el Ejército, la Guardia Nacional y las fuerzas de seguridad de ambas entidades. El objetivo es garantizar la seguridad no solo en la carretera que conecta Mazatlán con Durango, sino también desde el Puerto de Mazatlán hasta la entidad duranguense.
El mandatario estatal mencionó que también planteará reforzar la presencia de elementos de la Guardia Nacional y de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) en toda la supercarretera, particularmente del lado de Sinaloa, para generar una mayor confianza a los usuarios.
Asimismo, expresó su disposición para colaborar con Sinaloa en la resolución del problema de inseguridad, ya que cualquier incidente de violencia en el estado vecino genera incertidumbre entre los duranguenses, quienes asocian automáticamente esos hechos con temas de crimen organizado.
Finalmente, Villegas Villarreal puntualizó la importancia de mantener niveles de seguridad adecuados para seguir atrayendo inversión y proyectos importantes, como la filmación cinematográfica que actualmente se desarrolla en Durango.
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