Los parques industriales son espacios delimitados y diseñados para agrupar distintas empresas que por lo general pertenecen a un mismo sector o actividad; son parte de la infraestructura estratégica de México y han evolucionado como el primer eslabón de la cadena de abastecimiento.
Estos lugares cuentan con ventajas para las empresas, como la disponibilidad de infraestructura, garantías legales y servicios básicos como fuentes de energía y el tratamiento de agua.
Su ubicación suele ser estratégica y cuentan con una administración permanente para su operación. Asimismo, tienen mano de obra calificada y servicios de vigilancia para facilitar las operaciones de las empresas que se asientan en sus territorios.
En México, estos parques se han vuelto una pieza clave para el desarrollo económico y su presencia ha aumentado durante los últimos años. Hoy en día atraen una fuerte inversión extranjera y generan más de 2 millones de empleos directos e indirectos.
Acerca de la participación de los parques industriales en la creación de empleos, Claudia Esteves Cano, directora general de la Asociación Mexicana de Parques Industriales (AMPIP), aclara que no es el parque industrial en sí mismo el que genera empleos, sino la empresa que opera dentro del parque industrial.
“Para hacer esa diferencia, tenemos actualmente en la AMPIP 460 parques industriales o socios que tienen presencia en ellos y ocupan 80 millones de metros cuadrados, los cuales albergan aproximadamente 4,000 empresas. Estas, a su vez, generan 3 millones de empleos”, explica la especialista.
Los parques industriales también constituyen una ventaja competitiva del país para la inversión extranjera y nacional, pues el comercio ha experimentado numerosos cambios en los últimos años y la regionalización ha cobrado gran relevancia. Ante este cambio de paradigma, diversos proyectos buscan fortalecer el sector de parques industriales en México.
La mejor forma de favorecer un desarrollo en general, señala Claudia Esteves, es trabajar de la mano de la triple hélice: la industria, la academia y el gobierno. Sin embargo, señala, actualmente el gobierno no brinda incentivos fiscales ni apoyos económicos para el desarrollo de parques industriales.
“En México eso no existe. Lo que siempre se espera es una colaboración cercana con el gobierno para siempre contar con la simplificación administrativa, el apoyo en la gestión y el suministro eléctrico”.
Los datos más recientes de la Secretaría de Economía detallan que los estados que concentran mayor cantidad de parques industriales son Nuevo León con 79, Baja California con 60 y el Estado de México con 41.
En relación con el desarrollo regional que fomentan los parques industriales, la directora acota que, para ser considerado como parque industrial, este debe de insertarse en las comunidades de manera orgánica con acciones que fortalezcan la vivienda y las escuelas.
“Los parques industriales tienen muchas amenidades y áreas comunes para que la comunidad y los empleados traten de hacer una mejor vida alrededor, para que el parque sea parte de la comunidad y favorezca la infraestructura a manera de comunidad. No como un montón de edificios que llegaron y se colocaron ahí”, detalla.
Si bien en décadas pasadas algunos estudios señalaban que la presencia de las mipymes en los parques industriales era mínima en comparación con la participación de los grandes consorcios, Esteves afirma que “los parques están llenos de pymes”.
Esto es porque dentro de un parque industrial opera sobre todo la industria ligera y de proveeduría de las grandes empresas y participan compañías de todos los tamaños. “Solo que, posiblemente en nuestro país, cuando hablamos de empresas muy pequeñas, les conviene más estar donde estuvieron toda la vida y no emigrar a un parque industrial. Pero no hay una discriminación por tamaño de empresa, puede entrar cualquiera”, asegura.
A pesar de los beneficios, hay algunos retos pendientes para consolidar un crecimiento equitativo para todos los sectores productivos, como el incremento en el nivel de calidad de vida de la población y la reducción del impacto medioambiental. Esteves detalla que uno de los retos más importantes para los desarrolladores de parques industriales, es garantizar el suministro eléctrico.
“Se realizan inversiones importantes en infraestructura de transmisión eléctrica porque además necesitan garantizar la disponibilidad de fuentes de energía limpia para que las empresas que operan en todos los parques logren sus metas de descarbonización”, explica la especialista.
Ante el panorama de transformación global con el que las empresas internacionales rediseñan y reubican sus cadenas de suministro se han abierto nuevas oportunidades para México de convertirse en un actor clave mediante el nearshoring, debido a su posicionamiento geográfico y su relación diplomática con Estados Unidos.
“El nearshoring significa que las empresas regresan a la región. Y ahí se favorecen los parques industriales en el país porque hay mucha nueva ocupación”, detalla. “Hoy consideramos que es uno de los sectores más resilientes porque vemos un indicador muy importante para nosotros, que es la absorción neta; no es otra cosa más que los metros cuadrados ocupados menos los desocupados en un parque”.
En este sentido, en 2019 la AMPIP tenía una ocupación neta de 2 millones de metros cuadrados, y en 2023 dicha ocupación fue de 5 millones de metros cuadrados. Este crecimiento trajo consigo una disponibilidad menor de espacios y la necesidad imperante de construir nuevos espacios. Tan solo en este año se registraron 72 parques industriales en construcción en distintas etapas en 15 estados de la república mexicana.
Se estima que la vigencia de este nuevo ciclo económico sea de al menos 20 años, por lo que México debe crear estrategias adecuadas que capitalicen las oportunidades en sectores manufactureros estratégicos con el fin no solo de ser clave en la transformación económica global, sino de elevar el bienestar de la población del país de forma generalizada. N
