En época de frío aumenta el riesgo de contraer infecciones respiratorias y las alergias se aseveran debido a las condiciones ambientales. Sin embargo, el tratamiento, las causas y los daños que provocan ambos padecimientos son muy diferentes.
Según el doctor Carlos León, alergólogo y director del Centro de Asma y Alergia de México, la primavera y el invierno son las dos estaciones en las que los pacientes con alergia tienen más problemas. En el invierno ocurre porque aumenta la contaminación y las infecciones respiratorias virales, que también son desencadenantes de crisis de alergia. Y en primavera porque hay muchos pólenes.
Tanto las alergias como las infecciones respiratorias causan incomodidad y pueden afectar la capacidad de realizar actividades cotidianas de los pacientes. Sin embargo, el alergólogo detalla que las principales diferencias entre una infección respiratoria y una alergia son los síntomas generales que las acompañan.
“A diferencia de la infección respiratoria, la alergia respiratoria o nasal, también llamada rinitis alérgica, no va a tener dolor de garganta ni fiebre, tampoco dolor de cabeza, de cuerpo ni malestar general”, comenta.
Algunos de los síntomas que señala el especialista, en el caso de la rinitis alérgica, es la presencia de moco transparente, diferente al de una infección respiratoria, que puede ser amarillo o verde. En la alergia también se presenta mucha comezón en la nariz y ojos, estornudos y obstrucción nasal o nariz tapada.
Por lo regular, la alergia es causada por sustancias que hay en el aire y en el medioambiente llamadas alérgenos. En cuanto a las infecciones respiratorias agudas, en México el número uno es el resfriado común, que es producido por un virus.
Los alérgenos pueden ser pólenes de árboles, malezas o pastos, como también ácaros del polvo casero, hongos de la humedad o el pelaje de animales domésticos; entre los más comunes está el palo de gatos, perros y caballos.
“Los alérgenos entran a la mucosa de la nariz y los bronquios o entran a la conjuntiva de los ojos y causan síntomas de inflamación. En los ojos puede haber comezón, enrojecimiento y lagrimeo. A nivel de los bronquios puede haber toques de pecho y falta de aire”, detalla el especialista.
En el caso del resfriado, existen varios virus, pero el más común es el adenovirus. El Dr. Carlos León señala la importancia de distinguir entre un resfriado y una gripe, pues esta última en realidad es influenza.
El resfriado se autolimita y mejora al ingerir líquidos y algún medicamento de soporte. Por lo general desaparece tras una semana y no afecta al paciente en la posterioridad; pero existen otras infecciones respiratorias frecuentes como la influenza que pueden causar una enfermedad respiratoria potencialmente grave.
“Hay otros virus, como el virus incisional respiratorio, que puede causar bronquiolitis y que es común sobre todo en niños pequeños, en lactantes. Hay muchas otras infecciones respiratorias agudas, como las neumonías, que pueden ser virales o bacterianas. Y estas ya son menos comunes, pero son potencialmente más graves”.
Los grupos más vulnerables a contraer estas enfermedades respiratorias son los niños, las mujeres embarazadas y los adultos mayores, en especial si se padece alguna enfermedad crónica. En cuanto a las alergias, la incidencia en México es alta y la más frecuente es la rinitis alérgica, pues el especialista estima que el 30 por ciento de la población mexicana la padece.
Otra alergia muy común es el asma alérgico, que es padecido por alrededor del 10 por ciento de la población mexicana y tiene una prevalencia mayor en los niños. También existe la conjuntivitis alérgica, la alergia a alimentos y alergia a medicamentos, entre las más comunes.
Cuando hay síntomas de inflamación, congestión e irritación que duran semanas se recomienda buscar un especialista, según el Dr. León. “Si te da una gripa cada mes o cada tres semanas tienes que pensar que esto es alergia. Hay pacientes que pueden tener síntomas de resfriado que duran 20 días seguidos, pero esto no es un resfriado. Hay que sospechar que esto puede ser una alergia respiratoria”.
El médico ideal para consultar si se padece una alergia es el alergólogo. “El médico general y el pediatra pueden atender las alergias comunes, pero las alergias que no responden a los tratamientos habituales, que son de larga evolución o que son moderadas o graves, sí deben ser atendidas por un alergólogo”, detalla el especialista.
Los antihistamínicos suelen ser el primer medicamento que se administra para tratar una alergia y, según los síntomas que predominen, se agregan otros medicamentos. El tratamiento suele basarse en antialérgicos, control ambiental —que consiste en evitar cercanía con lo que hace daño— y el uso de vacunas antialérgicas.
“Son vacunas que preparamos para los pacientes después de hacer pruebas de alergia. Investigamos a qué es alérgico y administramos una vacuna que disminuya su sensibilidad a las cosas que le producen alergia”.
El tratamiento depende en gran medida de los síntomas que se presenten. El Dr. Carlón León señala que el síntoma más molesto y que genera más quejas es la obstrucción nasal.
“La obstrucción nasal puede tratarse de varias maneras, incluido el antihistamínico, pero si no es suficiente, agregamos aseos nasales o tenemos que agregar dos tipos más de medicamento”, comenta el especialista.
Existen los esteroides tópicos nasales, que se usan a largo plazo para la obstrucción nasal crónica. Sin embargo, cuando se presenta una obstrucción nasal aguda e intensa se administran medicamentos descongestionantes tópicos o locales que se aplican directamente en la nariz. Si bien estos se liberan de inmediato, deben usarse solo durante tres a cinco días, pues de aplicarse por tiempo prolongado pueden afectar al paciente.
En contraste, las infecciones respiratorias agudas suelen tener un tratamiento basado en antibióticos o antivirales. El reposo y el cuidado de la temperatura también son clave, pues los resfriados tienden a autorregularse. En casos de gravedad se puede llegar a implementar la oxigenoterapia.
Si bien las alergias son padecimientos que se regulan con ayuda de los médicos y dependen de factores externos del ambiente, evitar la propagación de infecciones respiratorias agudas y prevenirlas sí es una responsabilidad social.
“En esta temporada, la herramienta básica es usar cubrebocas en invierno y cuando estemos en lugares con mucha gente: cines, auditorio, transporte público, reuniones”, señala el especialista. “Otra manera de prevenir es teniendo el esquema de vacunación completo tanto en niños como en adultos”.
En este sentido, es de vital importancia prestar atención a la vacuna de influenza, neumococo y coronavirus. El lavado de manos también es fundamental para evitar la propagación de los virus.
“Yo creo que nos hace falta estar más conscientes de lo frecuentes que son estas infecciones, estar conscientes de que en algunos casos se pueden complicar y de que tenemos que prevenir. Nadie piensa en prevención hasta que nos enfermamos”, concluye el Dr. León. N
