El término “cara de almohada” ha ido ganando adeptos en las redes sociales, y las búsquedas en Google sobre esta desafortunada transformación se han más que duplicado desde principios de julio. Pero, ¿qué es la cara de almohada y cómo evitarla?
Newsweek habló con dos cirujanos estéticos para averiguarlo.
“En los últimos cinco años, los procedimientos de relleno dérmico han más que duplicado sus cifras anuales“, dijo a Newsweek Samuel Lin, profesor asociado de cirugía en la Facultad de Medicina de Harvard y cirujano plástico certificado. “El Informe Estadístico 2023 de la American Society of Plastic Surgeons (ASPS) informó de 6.2 millones de procedimientos de rellenos faciales en el año 2023, lo que supone 17,000 rellenos faciales al día [en Estados Unidos]”.
En 2020, el mercado de rellenos dérmicos de México se valoró en 56.53 millones de dólares. El auge del turismo médico en México está acelerando la demanda de procedimientos estéticos en el país. Además, la facilidad de acceso a los tratamientos y las estrictas normativas que ayudan a mantener la seguridad y la calidad de los tratamientos estéticos están impulsando el crecimiento de los procedimientos de mejora estética en México.
El procedimiento de filler facial, o relleno dérmico, se realiza generalmente para rellenar las arrugas, suavizar las líneas finas y restaurar o amplificar el volumen en la cara, y suele durar entre 6 y 18 meses dependiendo del sitio de la inyección, dijo el cirujano plástico certificado, Ari Hoschander. “Por ejemplo, los rellenos labiales deben inyectarse más a menudo porque movemos los labios constantemente y se desintegran más rápido”, explicó a Newsweek.
Tanto Hoschander como Lin afirmaron que, en la mayoría de los casos, no es necesario disolver el relleno anterior antes de volver a inyectarlo. Sin embargo, es posible que el relleno inyectado migre a otras partes de la cara, dando lugar a un aspecto desigual o hinchado, lo que, combinado con inyecciones repetidas a lo largo del tiempo, puede producir el aspecto hinchado e hinchado característico de la “cara de almohada.”
“Hay muchos factores distintos que pueden contribuir a que el relleno migre fuera del lugar de la inyección”, explica Hoschander. “Puede deberse a la técnica de inyección. Si el relleno se inyecta demasiado rápido, con demasiada presión o demasiado cerca de la superficie de la piel, puede migrar. Si la piel del paciente es demasiado fina, el relleno también podría migrar”.
Lin añadió que algunos puntos de inyección pueden ser más vulnerables que otros a la migración del relleno. “La migración del relleno se produce con mayor frecuencia en zonas de la cara con mucha movilidad y actividad muscular, como la frente, alrededor de los labios y las mejillas”, explicó. “Ayudado por la gravedad, el músculo empuja el relleno a través del tejido subcutáneo alejándolo del lugar de la inyección. Los pacientes con piel flácida y tejido subcutáneo sobrante son más propensos a la migración”.
Entonces, ¿qué se puede hacer para minimizar el riesgo de desarrollar “cara de almohada”? Lin compartió los siguientes consejos:
Elija un profesional cualificado y con experiencia: “Asegúrese de que el profesional sea un cirujano plástico o dermatólogo colegiado con amplia experiencia en rellenos dérmicos. Un técnico experimentado tendrá un sólido conocimiento de la anatomía facial para evitar inyecciones inadvertidas en los vasos y seguirá técnicas asépticas estrictas para prevenir infecciones”.
Siga los cuidados posteriores al procedimiento: “Minimice hacer expresiones faciales o masajear la zona tratada inmediatamente después del procedimiento para prevenir la migración del relleno. Además, evite actividades que causen vasodilatación, como el ejercicio y la exposición al sol, para ayudar a reducir la hinchazón posterior”.
Evitar la sobrecorrección: “Un enfoque conservador con mejoras graduales en lugar de una única inyección de gran volumen reduce el riesgo de complicaciones. Los pacientes deben programar seguimientos regulares para controlar los resultados, abordar cualquier problema con prontitud y decidir si es necesario un relleno adicional”.
Por supuesto, la cara de almohada es sólo uno de los varios efectos secundarios más graves que pueden derivarse de este procedimiento. “Las complicaciones más graves se producen cuando el relleno se inyecta en un vaso sanguíneo o cerca de él”, explica Lin. “Cuando el relleno obstruye el flujo sanguíneo, puede producirse necrosis tisular, ceguera e incluso derrame cerebral”. Aunque las complicaciones vasculares siguen siendo extremadamente raras, se han vuelto más comunes de 2014 a 2020 y requieren un reconocimiento y manejo rápidos.”
A medida que el procedimiento ha aumentado en popularidad, la demanda de opciones más baratas y accesibles también ha aumentado, lo que, según Lin, “ha abierto la puerta a los productos falsificados”.
“Una encuesta nacional distribuida a los miembros de la Sociedad Americana de Cirugía Dermatológica (ASDS) y la Sociedad Americana de Medicina y Cirugía Láser (ASLMS) descubrió que el 41.1 por ciento de los profesionales se han encontrado con inyectables falsificados, y el 39.7 por ciento han tenido pacientes con efectos adversos a causa de ellos. Los rellenos dérmicos falsificados no están regulados y pueden contener muchos ingredientes nocivos, como plomo y mercurio, que causan graves problemas de salud. Hoy en día se pueden adquirir en Internet kits de botox y rellenos dérmicos para el bricolaje, lo que pone aún más en peligro la seguridad de los pacientes.
“Es vital que los consumidores sigan desconfiando de los precios demasiado buenos para ser ciertos y verifiquen la autenticidad del producto cuando se trate de rellenos dérmicos”. N
