Pacientes con cáncer en el Reino Unido están a punto de recibir vacunas personalizadas como parte de un nuevo ensayo clínico. Esta vacuna “revolucionaria” es una forma de inmunoterapia, diseñada para preparar el sistema inmunológico del cuerpo para que pueda localizar y combatir las células tumorales, lo que reduciría las posibilidades de que el cáncer regrese.
A diferencia de las vacunas para enfermedades como la gripe o covid-19, que se administran para evitar que alguien desarrolle una enfermedad, estas vacunas contra el cáncer tratan a personas que ya padecen la afección.
Varios sitios del NHS (Servicio Nacional de Salud de Inglaterra) participarán en el ensayo, que inicialmente se centrará en pacientes con cáncer colorrectal, pancreático, de piel, pulmón, vejiga y riñón. Las vacunas de este ensayo las fabricará la empresa de biotecnología BioNTech SE.
“Es increíblemente emocionante que los pacientes en Inglaterra comiencen a tener acceso a vacunas personalizadas contra el cáncer de intestino”, dijo Iain Foulkes, director ejecutivo de investigación e innovación de Cancer Research UK (Investigación sobre Cáncer Reino Unido), en un comunicado del NHS.
“Esta tecnología es pionera en el uso de vacunas basadas en ARNm para sensibilizar el sistema inmunológico de las personas y, a su vez, detectar y atacar el cáncer en sus etapas más tempranas”, dijo.
“Los ensayos clínicos como este son vitales para ayudar a más personas a vivir más y mejor sin miedo al cáncer. Si tiene éxito, la vacuna cambiará las reglas del juego en la prevención de la aparición o reaparición del cáncer de intestino”, añadió el especialista.
Las vacunas para enfermedades como la viruela funcionan entrenando al sistema inmunológico del cuerpo para reconocer y combatir gérmenes específicos, como virus o bacterias, sin causar la enfermedad. La vacuna contiene una parte inofensiva del germen (como una proteína, una forma muerta o debilitada del germen, o una parte de su material genético), que el sistema inmunológico reconoce como extraña y responde produciendo anticuerpos.
Posteriormente, el sistema inmunológico crea células de memoria que “recuerdan” al virus o bacteria y pueden producir rápidamente estos anticuerpos, que permanecen en el cuerpo durante mucho tiempo.
Si el germen real alguna vez invade el cuerpo en el futuro, el sistema inmunológico puede reconocerlo y atacarlo rápidamente utilizando las células de memoria y los anticuerpos, evitando que la persona se enferme o reduciendo la gravedad de la enfermedad.
Las vacunas contra el cáncer funcionan analizando el cáncer o tumor de un paciente y luego creando una vacuna personalizada que contiene marcadores que se encuentran en sus células cancerosas.
De manera similar a las vacunas contra enfermedades infecciosas, el sistema inmunológico aprende a reconocer estos marcadores (llamados antígenos) y se prepara para combatir cualquier célula que los tenga, es decir, las células cancerosas.
“Estas vacunas enseñan al sistema inmunológico del paciente a reconocer y destruir las células cancerosas. La vacuna se adapta a las moléculas expresadas por las células cancerosas de cada paciente (por eso se llama “personalizada”). Este diseño debería hacer que el tratamiento sea más eficaz”, dijo a Newsweek Francesco Crea, profesor de farmacología del cáncer en la Open University del Reino Unido.
Se espera que este tratamiento se utilice junto con la cirugía, la quimioterapia y la radioterapia para prevenir la reaparición de los cánceres y que pueda tener menos efectos secundarios que los otros tratamientos.
“Sabemos que incluso después de una operación exitosa los cánceres a veces pueden reaparecer porque quedan algunas células cancerosas en el cuerpo, pero usar una vacuna para atacar esas células restantes puede ser una forma de evitar que esto suceda”, dijo en un comunicado Peter Johnson, director clínico de cáncer del NHS.
El primer paciente del NHS que recibió la vacuna de prueba fue Elliot Pfebve, un hombre de 55 años que anteriormente se sometió a una cirugía para extirpar su tumor de cáncer colorrectal junto con una parte de su intestino, además de quimioterapia.
“Participar en este ensayo concuerda con mi carrera como conferencista y como persona centrada en la comunidad. Quiero impactar positivamente la vida de otras personas y ayudarlas a desarrollar su potencial”, dijo Pfebve en el comunicado.
“Por medio del potencial de este ensayo, si tiene éxito, se puede ayudar a miles, si no es que millones de personas, para que puedan tener esperanza y tal vez no pasen por todo lo que yo he experimentado. Espero que esto ayude a otras personas”, agregó.
Sin embargo, el ensayo clínico no se completará hasta 2027, por lo que pasarán muchos años antes de que este tratamiento esté disponible para todos. La empresa BioNTech presentó datos preliminares del ensayo el 1 de junio en la conferencia anual de la Sociedad Estadounidense de Oncología Clínica, en Chicago.
“La ciencia detrás del desarrollo de estos cánceres es sólida y la plataforma de administración de ARNm ha demostrado su eficacia durante la pandemia de covid-19. Así que soy muy optimista”, afirmó Crea.
“Sin embargo, el cáncer es una enfermedad compleja y difícil de entender. Supongo que en algunos tipos de cáncer las vacunas pueden funcionar muy bien por sí solas, mientras que en otros las vacunas pueden necesitar combinarse con otras terapias.
“Lamentablemente, para algunos cánceres podemos ver que estas vacunas no son efectivas. Por eso necesitamos desarrollar un enfoque multimodal para el tratamiento del cáncer y ampliar nuestro armamento terapéutico tanto como podamos”, concluyó el profesor de la Open University. N
(Publicado en cooperación con Newsweek. Published in cooperation with Newsweek)
