La mayoría de las personas saben que la actividad física regular puede fortalecer los músculos, quemar grasa y reducir el riesgo de enfermedades cardiacas; empero, muchos de los beneficios del ejercicio van más allá de la aptitud y la salud cardiovascular, según los expertos de la Escuela de Medicina de la Universidad de Yale.
Cinco especialistas del Departamento de Medicina Interna de Yale en áreas que van desde las enfermedades infecciosas hasta la alergia y la inmunología discuten de los beneficios del ejercicio como clave para una salud óptima.
Estudios dirigidos por expertos de la Universidad de Yale han demostrado que el ejercicio puede revertir la resistencia muscular a la insulina. “La resistencia a la insulina en el músculo esquelético es un factor importante en la patogénesis de la diabetes tipo 2, la enfermedad del hígado graso, las enfermedades cardiacas y los cánceres asociados a la obesidad”, dijo el médico Gerald I. Shulman.
El experto recomienda el ejercicio diario como uno de los beneficios para promover la salud cardiometabólica. “También hay cada vez más evidencia de que la resistencia a la insulina puede ser un factor que contribuye a la progresión de la enfermedad de Alzheimer”.
El ejercicio puede reducir el riesgo de malos resultados cuando se producen infecciones, según Scott Roberts, MD, profesor asistente de medicina (enfermedades infecciosas).
“Para muchas infecciones, como la gripe, el covid-19 y el virus sincitial respiratorio (RSV), las comorbilidades como la obesidad, la diabetes y la mala salud respiratoria son los principales contribuyentes a la enfermedad grave”, dijo. “El ejercicio puede ayudar a mitigar estos riesgos y aumentar las probabilidades de una recuperación rápida”.
Hay evidencia de que el ejercicio aeróbico de ligero a moderado, como caminar o trotar, puede ayudar al sistema inmunológico a funcionar mejor, dice Elise Liu, MD, PhD, instructora de medicina (reumatología, alergia e inmunología).
“Las personas que regularmente hacen este tipo de ejercicio se enferman con menos frecuencia que las personas que son sedentarias”, dijo. “Esto podría deberse a que se ha demostrado que varios tipos de células inmunitarias funcionan mejor poco después del ejercicio”.
La evidencia sugiere que el ejercicio conduce a un microbioma intestinal más diverso y a un aumento del butirato, un ácido graso de cadena corta que puede prevenir enfermedades, según Avlin Imaeda, MD, PhD, profesor asociado de medicina (enfermedades digerestivas).
“El butirato es uno de los combustibles clave que las células que recubren el colon necesitan para crecer, dividirse y mantenerse saludables, y los niveles más altos de butirato pueden reducir la gravedad de la enfermedad inflamatoria intestinal y el riesgo de cáncer de colon, así como la inflamación general”, dijo.
Hacer ejercicio durante el día puede ayudarte a dormir por la noche, señala Brienne Miner, MD, MHS, profesora asistente de medicina (medicina geriátrica).
“El ejercicio es una señal externa a su reloj circadiano, que envía un mensaje fisiológico que permite a su cerebro y cuerpo saber cuándo es el momento de estar despierto frente a cuándo es el momento de dormir”, dijo. “Un reloj circadiano robusto y regular permite un sueño más regular y reparador”.
La actividad física regular también contribuye a una mejor salud física y mental, disminuyendo el riesgo de desarrollar problemas de sueño y potencialmente mejorando los problemas de sueño existentes, dijo Miner. N
