Los sonidos de los animales son un buen indicador de la biodiversidad en las zonas de reforestación tropical; para captarlos, un grupo de investigadores utilizó grabaciones de sonido y modelos de inteligencia artificial.
Los bosques tropicales se encuentran entre los hábitats más importantes de nuestro planeta. Se caracterizan por una diversidad de especies extremadamente alta y desempeñan un papel eminente en el ciclo mundial del carbono y en el clima mundial. Sin embargo, muchas áreas de bosques tropicales han sido deforestadas y la sobreexplotación continúa día a día.
Por lo tanto, las áreas reforestadas en los trópicos son cada vez más importantes para el clima y la biodiversidad. Lo bien que se desarrolla la biodiversidad en tales áreas se puede controlar con un análisis automatizado de los sonidos de los animales. Esto fue informado por investigadores de la revista Nature Communications.
El equipo trabajó en el norte de Ecuador en pastos abandonados y antiguas plantaciones de cacao donde el bosque se está restableciendo gradualmente. Allí, investigaron si las grabadoras de sonido autónomos y la inteligencia artificial (IA) se pueden utilizar para reconocer automáticamente cómo están compuestas las comunidades de especies de aves, anfibios y mamíferos.
“Los resultados de la investigación muestran que los datos sólidos reflejan excelentemente el retorno de la biodiversidad en las áreas agrícolas abandonadas”, dice el profesor Jörg Müller, coautor del estudio.
En general, son particularmente las comunidades de especies vocalizadoras las que reflejan muy bien la recolonización, porque las comunidades siguen estrictamente los gradientes de recuperación.
Un conjunto preliminar de 70 modelos de aves de inteligencia artificial fue capaz de describir las comunidades enteras de especies de aves, anfibios y algunos mamíferos que llaman. Incluso los cambios en los insectos nocturnos podrían correlacionarse significativamente con ellos.
El equipo está trabajando actualmente para mejorar aún más los modelos de inteligencia artificial utilizados y ampliarlos. El objetivo es poder registrar automáticamente aún más especies. Los modelos también se establecerán en otras áreas protegidas de Ecuador, el Bosque Sailershausen JMU y en el parque nacional más antiguo de Alemania en el Bosque Bávaro.
“Nuestros modelos de inteligencia artificial pueden ser la base de una herramienta muy universal para monitorear la biodiversidad en las áreas reforestadas”, dice Jörg Müller.
El profesor de la Universidad de Würzburg en Alemania, ve posibles solicitudes, por ejemplo, en el contexto de certificaciones o créditos de biodiversidad. Los créditos de biodiversidad funcionan de manera similar al comercio de emisiones de dióxido de carbono.
Son emitidos por proyectos que protegen o mejoran la biodiversidad. Son comprados por empresas u organizaciones que quieren compensar los impactos negativos de sus actividades. N
