El futuro es incierto, por ello es importante desarrollar la capacidad de tomar decisiones y asumir riesgos en el mundo financiero y de negocios. Minuto a minuto, tanto personas como organizaciones toman decisiones que tendrán un impacto en sus resultados económicos a favor o en contra. ¿Cómo funciona la bioquímica en la toma de decisiones y qué tiene la testosterona en particular? En los últimos tiempos este ha sido un eje de investigaciones en el campo de las neurofinanzas.
Asociamos la testosterona con algunas características masculinas, como la impulsividad y la fuerza corporal, pero también tiene un rol activo en la forma como los seres humanos decidimos en el ambiente económico. Aquí vamos a conocer la relación entre la testosterona y su influencia en las decisiones financieras basado en un estudio realizado hace algunos años.
La testosterona es una hormona que se encuentra en hombres en una cantidad de 270 a 1,070 ng/dl (nanogramos por decilitro) según su edad, y en las mujeres de 15 a 70 ng/dl igualmente según su edad. Aunque creemos que las conductas como la agresión y rasgos físicos como la musculatura tienen que ver con la testosterona, también desempeña un papel importante en el cerebro, la libido y el control del metabolismo.
En algunos casos se observan mujeres con altos niveles de testosterona, lo cual está relacionado con el síndrome de ovario poliquístico (SOP) y otros síntomas visibles como el exceso de vello corporal, disfunciones menstruales, voz más grave y ciertas conductas impulsivas, como la capacidad para tomar riesgos.
La tendencia en las mujeres de ser más arriesgadas en la fase de ovulación y su correlación con los niveles más altos de testosterona ha llevado a la realización de numerosos estudios científicos para comprender cómo esta hormona influye en la toma de riesgos a nivel financiero.
Entre los hallazgos más resaltantes está que los seres humanos con los niveles más altos de testosterona tienen una mayor disposición a elegir inversiones riesgosas, de lo que lo haría un individuo con niveles más bajos.
Esta tendencia de riesgos se observa tanto en experimentos donde se administró testosterona a los participantes, como en casos donde se agruparon a las personas por la edad (en el caso de los hombres), o por la fase menstrual en la que se encontraban (las mujeres).
Para comprender por qué la testosterona influye en la toma de riesgos financieros debemos conocer los mecanismos biológicos subyacentes. La testosterona, junto con la dopamina, son hormonas que forman parte de la capacidad reactiva y de sobrevivencia del ser humano. También tienen una influencia importante ante la conducta de injusticia, violencia o agresividad de otros miembros de la tribu.
A nivel neuroanatómico, la testosterona influye en el sistema límbico, que incluye estructuras como el hipotálamo y la amígdala, regulando las emociones y la capacidad de respuesta al riesgo. La testosterona prepara el resto de cuerpo para actuar en medio de situaciones amenazantes y riesgosas, que también usamos ante decisiones económicas.
Para el ser humano, las decisiones económicas forman parte del esquema de sobrevivencia. Comprender cómo influye la testosterona en la toma de riesgos tiene implicaciones significativas en la economía y los mercados financieros.
Los inversores, traders y analistas financieros deben considerar cómo los cambios en sus niveles de testosterona o en la de sus clientes pueden afectar el comportamiento de los mercados como una unidad orgánica.
Por ejemplo, en momentos de alta volatilidad del mercado, es posible que los inversores con niveles más altos de testosterona estén más dispuestos a asumir riesgos, lo que puede llevar a movimientos más extremos en los precios de los activos financieros.
Comprender estos factores hormonales puede ayudar a predecir y explicar ciertos patrones de mercado, especialmente cuando salen de las teorías de mercados eficientes o las racionalizaciones analíticas que los analistas suelen compartir.
Todo lo aquí compartido conlleva a algunas aplicaciones prácticas en lo cotidiano, a partir de la investigación sobre la relación entre la testosterona y la toma de decisiones financieras. Los inversionistas que son conscientes de cómo los cambios en sus niveles de testosterona podrían influir en sus decisiones financieras tienen la oportunidad de tomar medidas para gestionar de forma más efectiva su exposición al riesgo.
Por ejemplo, una persona que sabe que sus niveles de testosterona tienden a aumentar en momentos de estrés, angustia o sobrevivencia, puede ser más cautelosa al tomar decisiones financieras importantes durante esos periodos. También, es valioso llevar un registro de sucesos o hechos relevantes a nivel personal al momento de invertir. Esto permite identificar factores de impulsividad y evitar decisiones que podrían llevar a pérdidas financieras.
Comprender cómo la testosterona afecta nuestras decisiones económicas puede ayudarnos a tomar decisiones más conscientes, informadas y mejor gestionadas ante los riesgos en nuestras vidas financieras. Saber que lo humano influye de manera diversa en los comportamientos de los mercados permitirá a investigadores y analistas ampliar sus perspectivas teóricas.
A través de la relación entre la testosterona y la toma de riesgos podemos recordar que, aunque esta no es la única variable que cuenta, nuestras decisiones financieras están influenciadas por una compleja interacción de factores biológicos, psicológicos y sociales, y que comprender estos factores puede llevar a una toma de decisiones más efectiva y exitosa. N
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Joselyn Quintero es especialista en neurofinanzas, autora de varios libros, conferencista y directora de Armonía F. Los puntos de vista expresados en este artículo son responsabilidad de la autora.
