Pero la verdadera emoción está más allá del horizonte.
El reino espacial contiene recursos que podrían provocar una “fiebre del oro” moderna en la extracción de minerales en el espacio exterior. La conversión del hielo lunar en combustible para cohetes puede hacer factibles las misiones al espacio profundo. Los asteroides lejanos, como el ’16 Psyche’ de 140 millas de diámetro, podrían contener metales como el platino y el cobalto por valor de billones, satisfaciendo potencialmente la demanda humana durante eones. El abastecimiento de materias primas en el espacio, especialmente metales de “tierras raras” cruciales para dispositivos tecnológicos y vehículos eléctricos, podría cambiar las reglas del juego geopolítico.Dada la posición dominante de China en la producción terrestre de tierras raras, la minería espacial podría ofrecer a las naciones la oportunidad de diversificar sus fuentes.
Además, el cosmos podría ofrecer soluciones a nuestras apremiantes preocupaciones climáticas. Imagine estaciones solares espaciales que capturen la energía del sol las 24 horas del día, los 7 días de la semana y la transmitan de forma inalámbrica a la Tierra. Aunque aún se encuentra en etapas incipientes, el plan de China para aprovechar la energía solar espacial para 2035 resalta su potencial.El espacio podría proporcionar energía limpia e ilimitada, aliviando la pobreza y mitigando el cambio climático sin exacerbar el problema.
Hasta el infinito y más allá
De hecho, hemos sido testigos de avances tecnológicos asombrosos en los últimos cincuenta años. Pero en gran medida han estado en el mundo de la informática y la infotecnología, a menudo con cambios evolutivos lentos por los que es difícil entusiasmarse. Parafraseando al capitalista de riesgo Peter Thiel , mientras crecía soñaba con autos voladores y viajes espaciales, pero en lugar de eso obtuve Twitter y Call of Duty . Es hora de pensar en grande, Elon Musk/Jeff Bezos grande.Como país, Estados Unidos podría utilizar nuevamente un nuevo “tiro a la luna” figurativo y literal, uno no sólo para galvanizar a nuestro país polarizado sino también para ampliar las oportunidades económicas, impulsar la creación de empleo, atraer inversiones y, con suerte, ayudar a salvar el planeta al mismo tiempo. Es una visión optimista y con visión de futuro que sería bueno ver pregonada por un candidato presidencial estadounidense para 2024. Tal vez, sólo tal vez, las maravillas de mis sueños de infancia estén a mi alcance. N
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