Bajo el piso de una plaza, en el conjunto arquitectónico Casa Colorada de la Zona Arqueológica de La Ferrería, en Durango, arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) descubrieron un entierro colectivo, recuperando los restos óseos de 16 individuos.
De acuerdo a la información emitida por el instituto, este es el primer entierro colectivo que se localiza en el exterior de las construcciones.
Los restos de ocho adultos, cuyas edades al momento de su muerte rondaban los 30 a los 40 años, y ocho niños, de entre uno y siete años, son ahora estudiados por especialistas tras el hallazgo.
Según informaron, la mayoría de los esqueletos estaban fragmentados y sin articular, tres de los adultos se encontraron en buen estado de conservación, al menos, uno de ellos tenía evidencia de haber sido cubierto con enjarre al momento de su deposición.
Además, encontraron un dato que, hasta ahora no se había reportado en el sitio, los cráneos de dos individuos presentan una modificación craneal, hecha de manera intencional, deformaron sus cabezas en forma de “corazón”.
Existen dos hipótesis sobre este hallazgo; es posible que los entierros se emplearon para sacralizar el lugar, o bien, para custodiarlo, al haberse colocado como parte de los cimientos de la plaza, bajo el firme de piedra.
Especialistas estiman que la antigüedad de los restos oscile entre los años 600-950 d.C.
Cinthya Isabel Vidal Aldana, adscrita al Centro INAH Durango, es quien dirigió el Proyecto de Investigación integral de la Zona Arqueológica de La Ferrería que derivó el hallazgo, la exploración inició en el 2021, se reanudó este 2023 con un equipo integrado por personal del Centro INAH Durango y profesores y estudiantes de las licenciaturas de Arqueología y Antropología Física de la EAHNM, quienes realizaron sus prácticas de campo en La Ferrería con autorización del Consejo de Arqueología.
Se han realizado diversas inhumaciones en La Casa Colorada, ubicada en la parte alta de la Zona Arqueológica de La Ferrería, por esto se considera fue un espacio dedicado a los muertos, aunque este es el primer registro de un entierro colectivo en el exterior.
Este lugar tiene una extensión de 600 metros cuadrados, se integra por nueve estructuras de planta rectangular dispuestas en torno a una plaza
La Ferrería fue habitada entre 600-1350 d.C. Se trata de uno de los sitios monumentales más importantes de Durango y la única zona arqueológica abierta al público en la entidad. La cronología del conjunto arquitectónico Casa Colorada corresponde al periodo 600-950 d.C.
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