El expresidente de Brasil Jair Bolsonaro fue declarado este viernes 30 de junio como inhabilitado durante ocho años por “abuso de poder” al haber difundido desinformación sobre el sistema electoral en Brasil antes de su derrota frente al ahora mandatario de ese país, Lula da Silva.
La inhabilitación política deja a Bolsonaro, de 68 años, fuera de las próximas elecciones presidenciales en 2026. El Tribunal Superior Electoral (TSE) alcanzó una mayoría de 5 votos a 2 en favor de condenar al exmandatario por haber cuestionado la confiabilidad del sistema de urnas electrónicas con informaciones “falsas” durante una reunión con embajadores en julio de 2022, tres meses antes de perder las elecciones.
La mayoría de los ministros siguieron el voto del ponente, el ministro Benedito Gonçalves. Con esto, se determinó la comunicación inmediata de la decisión a la Secretaría de Corregedoria-General Electoral (CGE), para que, independientemente de la publicación de la sentencia, “se promueva la debida anotación en el historial de Jair Bolsonaro en el registro electoral de la restricción a su capacidad electoral pasiva, es decir, de la imposibilidad de presentarse y ser votado en elecciones”, informó en un comunicado el TSE.
Al proclamar el resultado, el presidente del TSE hizo una firme defensa de la justicia electoral y del sistema electrónico de votación, vigente en el país desde 1996. Alexandre de Moraes advirtió contra las mentiras y la desinformación propagadas por individuos, grupos y ocupantes de cargos electivos.
En el voto, el presidente del TSE enfatizó que hubo una desviación de propósito en la conducta de Bolsonaro al defender una agenda personal y electoral. El discurso, según el ministro, instigó a su electorado y a otros votantes indecisos contra el sistema electoral. El ministro recordó que, independientemente del público que estuviera allí, la repercusión en las redes sociales estaba dirigida específicamente a quién podía votar por el entonces candidato a la reelección.
Bolsonaro ya inhabilitado tachó el fallo de “puñalada en la espalda”, pero no se dio por vencido y dijo que apelará ante la corte suprema. “No estoy muerto, vamos a seguir trabajando”, afirmó el líder ultraderechista a periodistas en Belo Horizonte, Brasil.
“Mi apelación será ante el Supremo Tribunal Federal”, añadió, estimando que con la decisión judicial, Brasil se encamina “hacia una dictadura”. En esta cuarta y última sesión del juicio, votaron los últimos tres jueces. Para una condena por los cargos de “abuso de poder político y uso indebido de los medios de comunicación” era necesaria una mayoría del pleno (al menos 4 de 7 votos). N
(Con información de AFP)
