Corea del Norte, Eritrea y Mauritania son los países más afectados por la esclavitud moderna, según un informe del Global Slavery Index publicado este miércoles 24 de mayo. La investigación registra una “agravación” de la situación en el mundo desde su última publicación, hace cinco años.
Cincuenta millones de personas vivían en la esclavitud moderna en 2021. De estas personas, 28 millones estaban en trabajos forzados y 22 millones estaban atrapados en matrimonios forzados.
Según el informe, Corea del Norte conoce la tasa más elevada, con 104.6 personas en situación de esclavitud moderna por cada 1,000 habitantes. Luego sigue Eritrea (90.3) y Mauritania (32), convertido en 1981 en el último país en declarar ilegal la esclavitud hereditaria.
El número de personas en la esclavitud moderna ha aumentado significativamente en los últimos cinco años. Diez millones de personas más estaban en la esclavitud moderna en 2021 en comparación con las estimaciones globales de 2016. Las mujeres y los niños siguen siendo desproporcionadamente vulnerables.
La esclavitud moderna ocurre en casi todos los países del mundo y atraviesa las líneas étnicas, culturales y religiosas. Más de la mitad (52 por ciento) de todo el trabajo forzoso y una cuarta parte de todos los matrimonios forzados se pueden encontrar en países de ingresos medios altos o de ingresos altos.
La mayoría de los casos de trabajo forzoso (86 por ciento) se encuentran en el sector privado. El trabajo forzoso en sectores distintos de la explotación sexual comercial representa el 63 por ciento de todo el trabajo forzoso, mientras que la explotación sexual comercial forzada representa el 23 por ciento de todo el trabajo forzoso. Casi cuatro de cada cinco de los que sufren explotación sexual comercial forzada son mujeres o niñas.
El trabajo forzoso impuesto por el Estado representa el 14 por ciento de las personas que trabajan por trabajo forzoso. Casi uno de cada ocho de los trabajadores forzados son niños (3,3 millones). Más de la mitad de estos están en explotación sexual comercial.
Se estima que 22 millones de personas vivían en matrimonio forzado. Esto indica un aumento de 6.6 millones desde las estimaciones globales de 2016. “La verdadera incidencia del matrimonio forzado, en particular en el que afecta a niños de 16 años o menos, es probablemente mucho mayor de lo que pueden captar las estimaciones actuales. Estos se basan en una definición estrecha y no incluyen todos los matrimonios infantiles”.
Los matrimonios infantiles se consideran forzados porque un niño no puede dar legalmente su consentimiento para casarse. La abrumadora mayoría de los matrimonios forzados (más del 85 por ciento) fueron impulsados por la presión familiar.
Aunque dos tercios (65 por ciento) de los matrimonios forzados se encuentran en Asia y el Pacífico, cuando se considera el tamaño de la población regional, la prevalencia es más alta en los Estados árabes, con 4.8 personas de cada 1,000 en la región en matrimonio forzado.
El informe propone una serie de acciones recomendadas que, “tomadas en conjunto y rápidamente, marcarían un progreso significativo hacia el fin de la esclavitud moderna”. Incluyen: mejorar y hacer cumplir las leyes y las inspecciones laborales. Así como poner fin al trabajo forzoso impuesto por el Estado; medidas más estrictas para combatir el trabajo forzoso y la trata en las empresas y las cadenas de suministro; ampliar la protección social y fortalecer las protecciones legales, incluido el aumento de la edad legal para contraer matrimonio a 18 años sin excepción.
Otras medidas incluyen abordar el aumento del riesgo de trata y trabajo forzoso para los trabajadores migrantes, promover una contratación justa y ética, y un mayor apoyo para las mujeres, las niñas y las personas vulnerables. N
