¿Listos para rockear? Una encuesta reciente sugiere que uno de cada seis padres de familia realmente desea que sus hijos aprendan a tocar la batería. Y esta es apenas una de las sorprendentes conclusiones de un nuevo estudio en el que 2,000 personas (incluidas 1,200 que han tocado uno o varios instrumentos musicales) opinaron sobre la importancia de la educación musical.
Del total de padres de familia —tanto “en funciones” como “en espera”—, 82 por ciento reconoció la importancia de que su retoño aprenda a tocar alguno de los instrumentos musicales. Y de estos, los “sonorizadores” favoritos fueron piano (18 por ciento), batería (17 por ciento) y violín (16 por ciento).
Sin embargo, a decir del 22 por ciento de los padres encuestados, el problema es que los niños quieren aprender a tocar la guitarra eléctrica.
Y por si eso fuera poco, los adultos que tienen hijos creciditos también revelaron que, aunque 47 por ciento de los chicos ya toma lecciones, solo 39 por ciento se ha inscrito en la banda colegial o en algún programa escolar de música.
La encuesta OnePoll —realizada a petición del minorista Guitar Center— sugiere que apenas una de cada cuatro personas (24 por ciento) puede interpretar música en un instrumento. Sin embargo, el 17 por ciento retomó esa práctica durante la pandemia y 13 por ciento manifestó interés en aprender a tocar el piano.
De los encuestados con experiencia musical, 37 por ciento confesó haber abandonado por completo la música, lo que indica que este grupo de adultos ha renunciado a su instrumento favorito.
Por otra parte, 39 por ciento de los respondedores con formación musical jamás ha formado parte de una banda. No obstante, de los que alguna vez participaron en grupos musicales, 26 por ciento fue parte de un coro. Y el 24 por ciento formó una “banda de cochera”, mientras, otro 24 por ciento hizo presentaciones públicas.
Es interesante señalar que la cuarta parte (25 por ciento) de los encuestados que nunca pusieron la mano en instrumentos musicales confesaron que no se explicaban por qué nunca aprendieron a tocar.
Asimismo, 26 por ciento de los participantes opinó que las escuelas deben fomentar la educación musical. En tanto, otro 29 por ciento dijo que esa disciplina debía ser obligatoria o prioritaria.
“La educación musical produce beneficios perdurables que enriquecen la vida de un niño, desde mejorar su sociabilidad hasta desarrollar más confianza y autoestima”, comentó Donny Gruendler, vicepresidente de educación en Guitar Center.
“Llámese guitarra o batería. No importa cuál sea el instrumento que elija el niño. La experiencia [musical] le ayudará a cultivar su identidad y fomentará una afición que persistirá durante toda su vida”, aseguró.
Comparados con los adultos, los niños de hoy parecen mucho mejor dispuestos a tocar los instrumentos musicales. Prueba de ello es que solo 9 por ciento de los progenitores encuestados declaró que sus retoños aún no habían manifestado interés.
Al menos en el nivel anecdótico, los niños no siempre requieren de un empujón inicial para disfrutar de los beneficios perdurables de una educación musical.
“Cuando llegué al séptimo grado, elegí el trombón porque mis amigos hacían bromas sobre el nombre y el aspecto del instrumento”, confesó un respondedor juvenil.
“Luego pensé en dejarlo, pero mis amigos me animaron a seguir tocando. Cuando elegí este instrumento, nunca imaginé que me dejaría la mejor experiencia de mi vida en la secundaria”, añadió.
“La encuesta es evidencia ulterior de que la gente tiene el deseo de aprender música. Y muchas veces ese deseo es tan poderoso que quieren que sus hijos aprendan”, interpuso Gruendler.
“Aprender a tocar uno o varios instrumentos musicales no tiene que ser una experiencia aburrida ni intimidante; en especial, cuando aprendes a interpretar tus melodías favoritas y a tu paso, con instructores que personalizan cada lección”.
Piano o teclado: 27 por ciento.
Guitarra acústica: 20 por ciento.
Violín: 19 por ciento.
Guitarra eléctrica: 18 por ciento.
Batería: 18 por ciento.
Voz o canto: 18 por ciento.
Saxofón: 17 por ciento.
Equipo de DJ: 16 por ciento.
Trompeta: 16 por ciento.
Bajo: 16 por ciento.
Batería: 17 por ciento.
Violín: 16 por ciento.
Guitarra eléctrica: 15 por ciento.
Guitarra acústica: 14 por ciento.
Trompeta: 14 por ciento.
Flauta: 13 por ciento.
Percusiones: 13 por ciento.
Voz o canto: 13 por ciento.
Saxofón: 13 por ciento. N
(Publicado en cooperación con Newsweek. Published in cooperation with Newsweek).
