Desde hace 50 años, Donald Gorske ha consumido hamburguesas Big Mac casi todos los días. Y dice que no tiene la menor intención de dejar de hacerlo.
Cliente cotidiano de McDonald’s, Gorske ha sido objeto de la atención mediática desde hace tiempo, pues con los años ha ido expandiendo su récord de consumo. Sin embargo, el momento culminante de su peculiar “carrera” llegó el pasado 17 de mayo en Wisconsin, en el medio oeste de Estados Unidos, cuando su estado de origen organizó un homenaje oficial para celebrar su marca más reciente como comedor de hamburguesas.
A lo largo de cinco décadas, Gorske —quien a menudo ingiere dos “clásicos” de la cadena de hamburguesas— solo ha interrumpido su hábito de consumo en ocho ocasiones.
“He omitido apenas ocho días en 50 años, lo cual me parece fenomenal”, declaró para el canal KFVS-12, desde el interior del restaurante McDonald’s de su natal Fond du Lac. “Llevo la cuenta de cada Big Mac que he comido en mi vida”.
La Big Mac es un emparedado de dos hamburguesas y un bollo cubierto de ajonjolí, complementado con pepinillos, lechuga picada, delgadas rebanadas de cebolla, queso americano y la salsa especial de la cadena de comida rápida.
A decir del sitio Web Real Menu Prices, el precio de una Big Mac es de 3.99 dólares, lo que significa que Gorske ha desembolsado 8 dólares (impuestos incluidos) en cada orden.
Por supuesto, los precios han fluctuado mucho. En febrero de este año, CNBC informó que, en la última década y debido a factores económicos que incluyen costos laborales, transporte, alimentos e inflación, el precio de la Big Mac ha registrado un incremento promedio de 40 por ciento.
En cuanto al contenido nutrimental, el sitio web de McDonald’s señala que cada Big Mac aporta 550 calorías; 38 por ciento de la ingesta diaria recomendada (IDR) de grasas totales; así como 50 por ciento de la IDR de proteína.
Por sí sola, la hamburguesa contiene 11 gramos de grasa saturada (alrededor de 53 por ciento de la IDR), además de 1,010 miligramos de sodio (equivalentes a 44 por ciento de la IDR).
“Mucha gente me decía: ‘Vas a morirte antes de cumplir 50 años comiendo Big Mac’. Hoy demuestro que estaban equivocados”, se jactó Gorske.
Uno de los hijos de Gorske (quien omitió su nombre) comentó que su padre solía llevarlos a McDonald’s, donde su hermano también ordenaba hamburguesas mientras que él pedía una “cajita feliz”, ya que prefería los nuggets de pollo.
“Así crecimos”, agregó. “Para nosotros, era parte de la vida cotidiana”.
Con todo, algunos hábitos terminan por cambiar. El hijo de Gorske explicó que, después de años de consumir nuggets y hamburguesas casi todos los días, “llegó el momento en que me harté de comer lo mismo”.
“No sé cómo lo hace, pero él persiste en su rutina”, concluyó, refiriéndose a su progenitor.
En agosto pasado, la organización Guinness World Records reconoció oficialmente el esfuerzo de Gorske cuando alcanzó la marca de 32,340 Big Mac. Con esa cifra batió el récord personal de 15,490 hamburguesas que estableciera en 1999.
En su declaración para Guinness, Gorske dijo que la Big Mac “sigue siendo la mejor hamburguesa del mundo”.
El martes 17 de mayo, Gorske celebró el hito de 50 años de consumo justo en la sucursal de Fond du Lac donde comiera su primera Big Mac, en 1972. El letrero ubicado frente al establecimiento proclamaba: “Felicidades, Don, por tus 50 años de Mac”.
La contabilidad de Gorske es tan minuciosa que incluso conserva cada cajita y recibo de las hamburguesas ingeridas, todos organizados en cajas y bolsas etiquetadas por año.
Y no solo eso: a decir de Guinness, el hombre también lleva un calendario en el que registra su esquema de 14 hamburguesas semanales.
Según Guinness World Records, Gorske reconoció que, si bien nunca le han interesado los ofrecimientos de otras cadenas de comida rápida, en 1984 consumió una Whopper de Burger King, así como una hamburguesa doble. No hay duda de que es el mayor experto en McDonald’s de todo el planeta.
“Muchos me han dicho: ‘Pareciera que es la primera Big Mac que comes’”, confió Gorske a Spectrum News. “Supongo que a veces es así. Son deliciosas, y no las cambiaría por nada”. N
(Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek)
