Opinión | Responsabilidad social ¿en la universidad?
Publicado el 17 de mayo, 2021
Opinión | Responsabilidad social ¿en la universidad?
Foto: Adobe Stock

A MEDIADOS del siglo pasado, el mundo se encontraba en plena redefinición global: tras la segunda guerra mundial y con el liberalismo económico como nuevo paradigma, el concepto de “responsabilidad social”, se forjó buscando eliminar algunos de los efectos negativos colaterales de las empresas dentro de esta nueva “sociedad de riesgo”.

Ocho décadas después, aún no existe consenso completo sobre una definición de Responsabilidad Social Empresarial. Bien entendida, implica ser responsable no sólo en los actos y sus consecuencias directas, sino también de los impactos en el campo social, que incluye el planeta entero, sus condiciones de habitabilidad humana al presente y para las generaciones futuras (Cf Vallaeys, Fundamentos éticos de la Responsabilidad Social, 2011).

Ahora bien ¿la Universidad participa de esta responsabilidad? Partiendo de la necesaria dimensión social de la universidad, consideramos que esta institución -la Universidad-, como toda empresa, debe armonizar su autonomía e iniciativa con las demandas de la sociedad en la que se desarrolla. (CF. Naval, Encounters on Education, Volume 12, Fall 2011) La Responsabilidad Social Universitaria (RSU) tiene el objetivo de contribuir con la formación personal; valores, ética, solidaridad, equidad, responsabilidad, proactividad, actitud crítica y favorecer la formación profesional, mediante la aplicación del conocimiento en contextos reales y diversos.

Pero ¿qué significa una universidad socialmente responsable? En México, los ciudadanos en las encuestas siguen resaltando, que la Universidad es una de las Instituciones más confiables e imparciales. Una y otra vez los universitarios acuden al llamado de la solidaridad (por muestra baste el botón de los sismos en CDMX en 2017). Pero no debemos contentarnos sólo con estos actos -aunque muy valiosos y necesarios-, como si la Universidad ya hubiera cumplido su cometido social.

La RSU debe hacer capaces a los jóvenes de responder a las necesidades de su comunidad; desde la expertise de su conocimiento, no actuando sólo de manera asistencial o en momentos de riesgo y peligro, como respuesta ante un impulso negativo. Deben responder “profesionalmente”, desde sus conocimientos.

Este es el reto de la RSU, allá de la selfie y el turismo social, el universitario debe involucrarse profesionalmente en la economía social, en la promoción de la cultura, en el desarrollo comunitario, aportando soluciones para minimizar o erradicar los problemas, ofrecer ampliación de oportunidades, la consolidación de una ciudadanía democrática.

En concreto. La universidad tiene tres modos de formar competencias que manifiesten hechos de RS:

  1. Competencias éticas, que lleve a vivir como ciudadanos con valores.
  2. Formación orientada a un estilo de vida con justicia, equidad, dignidad y respeto.
  3. Formación para la participación “activa” y responsable de los derechos y deberes de ciudadanos, saber estar en el debate y las decisiones de la humanidad.

La universidad debe llevar al ser humano al lugar de la “acción”, con un “Aprendizaje Servicio” o lo que se llama Pedagogía Servicio. Es una propuesta educativa y social de vanguardia que combina procesos de aprendizaje y de servicio a la comunidad en un solo proyecto adecuadamente articulado.

Los universitarios siempre han sido agentes de cambio. Las universidades debemos comprender que el alumno requiere condiciones y oportunidades reales para implicarse en el análisis y solución de problemas sociales a nivel local o global. Es decir, pasar de la teoría a la práctica con orden, estrategia y conocimiento. N

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Colaboradora invitada. Mtra. Lorenza Larios Córdova, fundadora del Centro Panamericano COLABORE y directora del Congreso de Responsabilidad Social Universitaria, Universidad Panamericana. Los puntos de vista expresados en este artículo son responsabilidad de la autora.

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