
La reducción de la huella de carbono es esencial en la lucha contra el cambio climático, y Veolia se posiciona como uno de los principales socios estratégicos para acompañar a empresas y gobiernos en su camino hacia un futuro más sostenible. De acuerdo con Arnaud Penverne, Director General de Veolia México, la compañía ofrece soluciones integrales para ayudar a las organizaciones a implementar estrategias efectivas que garanticen resultados tangibles y medibles en la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI).
La descarbonización representa uno de los mayores desafíos globales del siglo XXI, y Veolia está comprometida en ofrecer un amplio portafolio de soluciones para enfrentar este reto. “Nuestro objetivo es acompañar a las empresas en la creación e implementación de planes de descarbonización a medida, asegurando que sus operaciones sean más sostenibles, eficientes y alineadas con los objetivos internacionales de reducción de emisiones”, indicó Penverne.
Con más de 170 años de experiencia global en la gestión de recursos esenciales, Veolia se ha consolidado como un líder en el diseño, implementación y operación de soluciones que no solo responden a las necesidades de cada cliente, sino también a las exigencias de su cadena de valor.
Veolia trabaja en tres áreas clave que son fundamentales para lograr una transición efectiva hacia la sostenibilidad:
Veolia considera que la sostenibilidad no es solo una responsabilidad ambiental, sino también social y económica. La compañía adopta el concepto de sostenibilidad como el equilibrio entre el desarrollo económico, la protección del medio ambiente y el bienestar social, asegurando que las soluciones propuestas contribuyan al bienestar de las generaciones presentes y futuras.
“En Veolia, nuestra misión es ser un aliado confiable para nuestros clientes en la transición hacia la descarbonización. Queremos ser el socio en todos los sectores: agua, residuos y energía. Impulsamos la transformación ecológica ayudando a empresas y gobiernos a cumplir sus objetivos de sostenibilidad”, afirmó Arnaud Penverne.
La comunidad franco-mexicana, formada por empresas como Michelin, Veolia, Engie y EDF Rewards, propone soluciones colaborativas para enfrentar los desafíos energéticos y medioambientales. Francia puede apoyar a México en el desarrollo de alternativas energéticas como el hidrógeno verde y la energía geotérmica, además de las fuentes renovables convencionales.
México enfrenta retos en la gestión del agua, especialmente en la disponibilidad per cápita debido a la urbanización, el cambio climático y la insuficiencia de infraestructura. Aunque el acceso al agua es un derecho humano reconocido desde 2012, el 58% de los municipios carecen de un sistema adecuado de tratamiento de aguas residuales. Las propuestas incluyen fomentar asociaciones público-privadas para mejorar la recolección, reúso y monitoreo del agua, incentivar la captación de agua pluvial y el reúso de aguas residuales, y establecer requisitos de eficiencia hídrica para renovar concesiones de agua.
En el ámbito energético, la capacidad instalada de energías limpias en México es de 27,453 MW, pero la Comisión Federal de Electricidad (CFE) solo tiene 1,043 MW en energías renovables. Para cumplir con los compromisos de la COP28 de triplicar la capacidad de generación renovable para 2030, se proponen incentivos a la eficiencia energética para reducir la demanda a la CFE y mejorar la capacidad de abastecimiento. Además, se sugiere impulsar proyectos público-privados, implementar normativas que exijan diagnósticos energéticos para nuevas edificaciones, y promover la adopción de la ISO 50,000 para optimizar el uso energético.
También se propone que las empresas en México, incluidas las del nearshoring, cumplan con requisitos de emisiones de alcance 1 y 2 y con metas de neutralidad climática (Net Zero) en 15 años. Es crucial crear políticas públicas que fomenten inversiones en energías renovables y fortalecer los mercados de carbono en el país. La penetración de energías limpias puede reducir costos de tarifas eléctricas y movilizar inversiones extranjeras hacia un mercado energético más competitivo y sostenible.