
En la encrucijada entre la equidad y la inversión en salud se encuentran el acceso oportuno y efectivo a la atención médica y la cobertura universal de salud. Esta disyuntiva no solo impacta la calidad de vida de millones de personas, sino que convive con la complejidad del sistema de salud mexicano y las evidentes inequidades que persisten.
México ha vivido transformaciones profundas en su sistema de salud, en la búsqueda de avanzar en la cobertura universal, de la mano del compromiso del personal de salud en comunidades rurales y centros urbanos para dar acceso a la atención de calidad y cumplir, con los recursos disponibles, con el derecho inalienable a la protección de la salud establecido en la Constitución de nuestro país.
En este contexto, ante el nuevo capítulo de gobierno que México comenzará el 1 de octubre, es un momento pertinente para reflexionar sobre los retos, las acciones para abordarlos y la responsabilidad de todos los actores involucrados.
La siguiente administración se encuentra ante la oportunidad histórica frente a este tema y transformar la vida de mexicanas y mexicanos sin distinción alguna. Existen diversos diagnósticos del sistema de salud, y muchos de ellos coinciden en algunos de los retos cruciales que requieren atención:
Es claro que algunos de estos temas están relacionados con la desigualdad, por lo que su atención debida nos acerca a la aspiración de la consolidación de un sistema equitativo y un México con bienestar y equidad.
Como parte de la agenda de la presidenta electa, hay acciones que parecen estar claramente delineadas en este sentido, y ello sin duda es un llamado a la acción para quienes tenemos participación en el sistema de salud, como lo es la industria de dispositivos médicos.
Sin duda, una de las principales acciones pendientes es el incremento al gasto en salud de la mano de política de eficiencia del uso de los recursos públicos, pues la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) es que el gasto en salud debe representar, al menos, 6 por ciento del PIB total de las economías. En México representa entre el 2.5 y 2.9 por ciento, según el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).
Las brechas en la atención a la salud son punto de coincidencia de los diagnósticos del sistema de salud. De acuerdo con el Estudio sobre el derecho a la salud 2023 realizado por el Consejo Nacional de Evaluación de las Políticas de Desarrollo Social (Coneval), en México persisten desigualdades en las condiciones de salud que se intensificaron durante y después de la pandemia. En este estudio se evidenciaron datos que demuestran que una de las principales barreras para el acceso a la salud en el país han sido los cambios constantes en el sistema, pues se han visualizado rezagos en la atención médica.
Asimismo, en el camino hacia un sistema de salud cada vez más sólido y con capacidad resolutiva, la industria juega un papel clave en el desarrollo de soluciones médicas avanzadas y accesibles para garantizar la atención integral a través de la prevención, la detección oportuna y tratamientos de calidad.
Por ello, la colaboración entre el sector privado y el gobierno puede acelerar la innovación y garantizar el acceso a tecnologías médicas de vanguardia que lleguen a todas las personas que las necesiten, y reducir las presiones que ha representado la transición epidemiológica. Trabajar juntos hacia un sistema de salud más integrado y equitativo es fundamental para superar las desigualdades persistentes.
Además de lo ya mencionado, uno de los motores del sistema de salud son los profesionales, como el personal de enfermería, junto con médicas y médicos. Para ello, el reconocimiento de estas profesiones, su participación y educación continua para enfrentar los desafíos epidemiológicos son elementos clave.
El acceso a la atención médica y la salud es un derecho humano fundamental para todos. Es imperativo que el gobierno entrante mantenga la agenda de salud que ha anunciado y pueda dar continuidad a medidas concretas que garanticen que las mexicanas y los mexicanos tengan acceso igualitario a servicios de salud de calidad, independientemente de su capacidad de pago, condición social o ubicación geográfica.
En conclusión, el acceso a la atención médica en México es mucho más que una cuestión de política de salud, es una cuestión de derechos humanos. Para construir un país donde el derecho a la salud sea una realidad para todos es esencial que el gobierno, la industria y la sociedad civil trabajen en conjunto para abordar las desigualdades persistentes en el sistema de salud.
Al invertir en innovación, educación y colaboración estratégica podemos avanzar juntos hacia un presente en el que todos los mexicanos tengan cada día un mayor acceso y cobertura de calidad, manteniendo como principio la equidad. N
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Víctor Matos es director comercial de Johnson & Johnson MedTech México. Los puntos de vista expresados en este artículo son responsabilidad del autor.