Ante el incremento potencial de la población migrante debido a posibles deportaciones masivas desde Estados Unidos, la gobernadora de Chihuahua, Maru Campos, declaró que el estado no puede convertirse en un “estado santuario”. Enfatizó la importancia de la coordinación entre los tres niveles de gobierno para enfrentar una posible crisis humanitaria y de seguridad, abordando el tema desde una perspectiva humanitaria y bilateral.
¿Qué es un estado santuario y existe en México?
El término “estado santuario” hace referencia a jurisdicciones donde se limita la cooperación con las autoridades federales para la detención y deportación de migrantes.
En México, no existe una figura oficial como los “estados santuario” de Estados Unidos, pero algunas ciudades y estados implementan políticas de apoyo a migrantes, como albergues, asistencia legal y acceso a servicios básicos. Sin embargo, estas medidas no representan una postura formal de santuario, sino acciones humanitarias para responder a la crisis migratoria.
Los desafíos para Chihuahua
La gobernadora explicó que Chihuahua, al compartir la frontera más extensa con Estados Unidos, enfrenta un desafío histórico. La posible llegada masiva de migrantes podría duplicar la población flotante en ciudades fronterizas como Ciudad Juárez, generando presión en los sistemas de seguridad, servicios sociales y económicos.
Llegamos a tener más de 35 mil personas en situación de migración en Ciudad Juárez
“En el pasado, llegamos a tener más de 35 mil personas en situación de migración en Ciudad Juárez, equivalente a la población de algunos municipios del estado”, recordó. Esto podría derivar en una crisis humanitaria y de seguridad, especialmente por la vulnerabilidad de los migrantes ante el crimen organizado y redes de tráfico de personas, declaró a El Diario.
Perspectiva humanitaria y cooperación internacional
Campos subrayó la importancia de tratar a los migrantes con dignidad, especialmente a niños y familias. Para ello, destacó que su administración continuará trabajando en conjunto con el gobierno federal mexicano, mantendrá comunicación con Texas y buscará establecer diálogo con Estados Unidos para minimizar los impactos sociales y económicos.