A Melania Trump le gusta leer, al contrario del presidente estadounidense
Publicado el 18 de febrero, 2018
A Melania Trump le gusta leer, al contrario del presidente estadounidense
Foto: AFP / Archivo

Años antes de convertirse en primera dama, a Melania Trump le gustaba leer en su cuarto en la Torre Trump, habría dicho Donald Trump a una ex playmate de Playboy con la que supuestamente tuvo una aventura poco después de que su esposa dio a luz.

En un documento de ocho páginas escritas a mano obtenido por The New Yorker, la ex playmate Karen McDougal escribió que, a principios de 2007, Donald Trump “me llevó a su casa, me la mostró. Señaló la recámara de su esposa.

“Dijo que a ella le gustaba su espacio, para leer o estar sola”, escribió McDougal, quien conoció a Trump en junio de 2006 en una fiesta de piscina que celebró Hugh Hefner, fundador y editor de la revista Playboy.

No es el primer recuento acerca de que los Trump duermen separados. En marzo pasado, US Weekly publicó un reportaje afirmando que Melania “se niega a compartir una cama con Donald, incluso en ocasiones raras”, y “nunca pasan la noche juntos, jamás”. En su libro Fire and Fury: Inside the Trump White House, publicado previamente este año, Michael Wolff escribió que Donald Trump “se retiraba a su propia recámara, la primera vez desde la Casa Blanca de Kennedy en que una pareja presidencial había mantenido cuartos separados”.

En el Día Nacional de Leer un Libro, la primera dama tuiteó palabras de ánimo para que todos lean un libro y “¡deja que cada página te eduque y te lleve a una travesía extraordinaria!”

Mientras tanto, el presidente estadounidense se niega a leer el “Informe Presidencial Diario”, el cual contiene la información más apremiante que las agencias estadounidenses de inteligencia recopilan diariamente en todo el mundo, y más bien depende de una puesta al día oral, reportó previamente este mes The Washington Post. Wolff escribió que el presidente “no leía” y “ni siquiera llegaba a ojear”.

McDougal terminó su supuesta aventura con Trump después de nueve meses, en abril de 2007. “Ella ya no se podía ver al espejo” y tenía sentimientos de culpa, dijo su amigo John Crawford, quien dio su documento a The New Yorker.

Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek

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