
El vuelo 2216 de Jeju Air, operado por un Boeing 737-800, sufrió un accidente devastador al intentar un aterrizaje de emergencia en el aeropuerto de Muan, Corea del Sur. De los 181 pasajeros a bordo, solo dos sobrevivieron tras el impacto contra un muro y el incendio posterior. A continuación, analizamos las causas detrás de este trágico incidente y lo que salió mal.
Las colisiones con aves pueden dañar motores y sistemas críticos, lo que a menudo inutiliza el tren de aterrizaje. Según el expiloto Kim Kwang-il, el procedimiento de aterrizaje “de panza” se ejecutó de manera hábil, con el avión descendiendo suavemente antes de impactar.
El avión chocó contra una barrera de concreto, lo que provocó el incendio mortal. Solo dos miembros de la tripulación sobrevivieron al ser rescatados de la cola.
Muan está ubicado en una región húmeda que atrae aves migratorias, especialmente patos. La rápida velocidad de los aviones impide que las aves reaccionen, aumentando el riesgo de colisiones.
El avión involucrado, un Boeing 737-800, es uno de los modelos más usados por Jeju Air. Aunque no está relacionado con el polémico sistema MCAS del 737 MAX, Corea del Sur ha anunciado inspecciones exhaustivas de los 737-800 operados en el país.
Este accidente resalta la necesidad de mejorar la seguridad aeroportuaria, desde la gestión de fauna silvestre hasta el diseño de infraestructuras que puedan interferir en aterrizajes de emergencia. Las investigaciones en curso serán clave para determinar las medidas correctivas necesarias. N
(Con información de AFP)