
El Ayuntamiento de Venecia, en el norte de Italia, ha dado inicio al proceso para desmontar el polémico Puente de Vidrio diseñado por el reconocido arquitecto español Santiago Calatrava. Este puente, inaugurado en 2008 sobre el Gran Canal, ha sido objeto de numerosas críticas debido a su suelo resbaladizo, que pone en riesgo la seguridad de los peatones, especialmente en días lluviosos.
El consistorio veneciano confirmó la contratación de un estudio de arquitectura privado para desarrollar un plan que sustituya los escalones de vidrio por materiales más seguros, como piedra, elementos sintéticos o naturales. La intervención incluirá:
El proyecto también apunta a mantener la estética y funcionalidad de la estructura, respetando las decisiones arquitectónicas originales del Puente de la Constitución, nombre oficial del puente.
Calatrava constitution bridge, Venice. pic.twitter.com/reJ7XGucjY
— Architext (@architext14) August 4, 2023
Desde su apertura, el puente ha sido un epicentro de quejas debido a la inseguridad que genera caminar sobre su superficie de vidrio. Aunque se intentaron soluciones provisionales, como tiras adhesivas o materiales antideslizantes, ninguna logró resolver el problema. Incluso se cerró el paso al puente en días especialmente peligrosos.
Este no es el único caso de críticas hacia las obras de Calatrava: en Bilbao, por ejemplo, se optó por instalar una alfombra antideslizante en el Puente Zubi Zuri para evitar resbalones.
En 2019, el Tribunal de Cuentas de Venecia condenó a Calatrava a pagar 78,000 euros al Ayuntamiento por los sobrecostes y problemas derivados de una “negligencia macroscópica” en el diseño del puente. Inicialmente presupuestado en 7 millones de euros, su coste final ascendió a 11,6 millones de euros.
Con esta intervención, el Ayuntamiento busca no solo garantizar la seguridad de los viandantes, sino también preservar la funcionalidad y accesibilidad del puente para los residentes y turistas de Venecia.
El desmantelamiento del vidrio marcará un cambio definitivo en una obra icónica, pero controvertida, y promete ofrecer una solución duradera a un problema que ha afectado a esta histórica ciudad durante más de una década. N
(Con información de EFE)