Pocas cosas son más molestas que el sonido del despertador, el cual, invariablemente, nos despierta con un sobresalto justo cuando el sueño empezaba a ponerse interesante. En la creencia de que echar un pestañazo no daña a nadie, es muy fácil posponer la alarma otros diez minutos. Y cuando el intruso vuelve a sonar, pero … Leer más
Pocas cosas son más molestas que el sonido del despertador, el cual, invariablemente, nos despierta con un sobresalto justo cuando el sueño empezaba a ponerse interesante. En la creencia de que echar un pestañazo no daña a nadie, es muy fácil posponer la alarma otros diez minutos. Y cuando el intruso vuelve a sonar, pero … Leer más