
El escritor y periodista Huberto Batis murió la noche del 22 de agosto en la Ciudad de México a la edad de 83 años, debido a una enfermedad pulmonar.
Conocido como “Maestro de maestros”, Batis se convirtió en un referente para muchas generaciones de escritores y periodistas mexicanos, a quienes formó durante más de cinco décadas.
Batis nació en Guadalajara, Jalisco, en 1934, y entró a trabajar a la Imprenta Universitaria de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) a finales de la década de 1950. Después, con el escritor Carlos Valdés, dirigió la revista Cuadernos del viento, que promovía la colaboración de jóvenes escritores.
Además de dar clases de literatura en la UNAM y la Universidad Iberoamericana durante 57 años, fue editor por varias décadas del suplemento Sábado del periódico unomásuno y colaboró en suplementos como Novedades y Confabulario, así como en la revista Siempre!. Batis fue además director de la Revista de Bellas Artes y de la Imprenta Universitaria y coordinó las ediciones de los XIX Juegos Olímpicos en 1968.
En 2015, escritores, familiares y lectores le rindieron homenaje en el Palacio de Bellas Artes. Aunque no pudo asistir, Batis agradeció en un video la entrega del reconocimiento, se disculpó y afirmó que “tuve una neumonía, voy saliendo de ella”.
Entonces, el escritor Guillermo Fadanelli subrayó el difícil carácter de Batis como jefe, pero reconoció las enseñanzas que le dejó a lo largo de los años: “él puede hablar sobre un tema y perderse por horas, pero siempre llega a puerto”.
El escritor Enrique Serna, en un artículo publicado en marzo del 2000 en Letras Libres dijo que la visión de Batis era “diametralmente opuesta a la de los intelectuales dóciles y acomodados, pues en vez de utilizar la marginalidad como trampolín para llegar al poder, se ha dado el lujo de rechazar los puestos más tentadores del aparato cultural, con tal de conservar la libertad y la independencia”.
Batis instó a las nuevas generaciones de periodistas y escritores a “decir siempre la verdad, y a no ponerse al servicio del poder ni de las empresas a que sean ellos mismos y a que hablen de lo que piensan realmente”.