Grupo Firme borra los narcocorridos de su repertorio en acatamiento a lineamientos oficiales
Publicado el 21 de abril, 2025
Grupo Firme borra los narcocorridos de su repertorio en acatamiento a lineamientos oficiales

Frente a un Palenque lleno en la tradicional Feria de San Marcos, Grupo Firme optó por marcar un nuevo rumbo: el de la responsabilidad social. A pesar de la insistente petición del público para que interpretaran el corrido “Se fue la pantera”, la agrupación liderada por Edwin Caz declinó hacerlo, confirmando que los narcocorridos han quedado fuera, para siempre, de su repertorio.

La negativa no fue improvisada. Desde días antes de la presentación, el vocalista había hecho pública la decisión a través de redes sociales: no se cantarían corridos reales o ficticios relacionados con el crimen organizado. La medida, explicó, responde a las reglas establecidas por el Gobierno de México, que ha solicitado a artistas no interpretar canciones que hagan apología del delito en espacios públicos.

“Nos quedamos hasta la hora que ustedes quieran, ustedes saben que las reglas son las reglas y hay que seguirlas. Discúlpenme”, dijo Edwin Caz al público, que coreaba con insistencia el título del tema censurado.

La presión oficial y las consecuencias internacionales

La postura de Grupo Firme no solo responde al cumplimiento de normas nacionales. En el trasfondo, existe también una presión internacional: autoridades migratorias de Estados Unidos han demorado la expedición de visas de trabajo a artistas que interpretan canciones vinculadas con la violencia criminal, afectando así sus giras y proyectos comerciales.

La decisión de borrar los narcocorridos del repertorio representa un cambio significativo en el panorama de la música regional mexicana. Grupo Firme, que en 2019 lanzó junto a Grupo Recluta el controversial tema “Se fue la pantera” —presentado como ficción pero ampliamente vinculado con estéticas del narco—, se suma a una lista creciente de agrupaciones que prefieren evitar sanciones y tomar una ruta más ética en su discurso musical.

Aunque el público aún corea las letras, los escenarios comienzan a cambiar de tono. En la Feria de San Marcos, al menos, ya no sonarán historias de violencia disfrazadas de corridos. N

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