
Para todas las empresas representará un reto regresar a las actividades cotidianas. Sin embargo, existen diferencias sustanciales entre empresas que tienen cientos o miles de empleados y las que solo tienen unos cuantos. Ciertamente no será fácil para unos ni para otros.
En ambos casos la meta es la misma, operar y al mismo tiempo mantener a su gente saludable. Hoy les quiero hablar de las complejidades para las grandes empresas.
Imaginen una planta con miles de empleados donde el primer reto es saber quiénes son las personas de alto riesgo y quiénes presentan síntomas que impedirían su entrada a la planta. Esa actividad, todos los días, en un ambiente con tanta gente, es muy importante para minimizar los riesgos.
Para evitar aglomeraciones, la hora de entrada es una gran prueba. El proceso tiene que ser sumamente rápido y escalonado para tener el menor congestionamiento de gente posible. Por supuesto, se tendrá que tomar la temperatura de toda persona que ingrese a la planta y, en caso de que alguien esté fuera de rango, tendrán que tener protocolos implementados para aislarlo y darle seguimiento.
Una vez que entra un empleado a la planta deberá tener muy claro cuál será su espacio de trabajo, porque ahora con la necesidad del distanciamiento social habrá lugares donde laborarán con capacidad reducida.
Esto trae retos adicionales: ¿qué lugares estarán disponibles?, ¿quién vendrá a la planta?, ¿voy a tener un esquema rotativo de personal?, ¿cómo lo administro?, ¿cómo le notifico al personal los días que se tiene que presentar en planta? Nada sencillo si hablamos de muchas personas.
Ya dentro de la planta es importante llevar un control de los horarios de comida, incluso saber quiénes se sentaron juntos. En caso de tener una persona contagiada será importante conocer con quiénes interactuó para establecer una cuarentena eficaz.
También las visitas a la planta deben pasar por los mismos mecanismos de verificación que el resto de los colaboradores y esto implica tener esquemas flexibles para poder llevar a cabo esta verificación y control.
Las autoridades seguramente estarán requiriendo información adicional de cómo se están llevando a cabo las medidas de seguridad y en el corporativo estarán interesados en ser informados del estado general de la planta, tanto en cuestiones de salud, como de cumplimiento de procesos relacionados a las precauciones por COVID-19.
Dicho conjunto de complejidades requiere conceptualizar nuevas herramientas tecnológicas para su administración efectiva y oportuna. No le podemos cargar toda la responsabilidad de resolver esto al uso de mascarillas y gel antibacterial. Nuevos conceptos como el rastreo de contactos efectivo, tienen que formar parte de nuestro vocabulario y prioridades
Actualmente estoy trabajando en el diseño de SSafety, una plataforma integral para llevar a cabo todas estas tareas. Si crees que tu empresa necesita algo más que deba integrarse a la plataforma, o si piensas que lo que estamos haciendo pudiera servirte, me gustaría escucharte. En la solución de este problema participamos todos.
*Alfonso Paredes es consejero editorial de Newsweek Baja California y socio fundador de Zorbek.