
La epidemia de sarampión en Estados Unidos continúa creciendo. De acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), el país registra ya 800 casos de la enfermedad, un aumento del 12 % en apenas una semana. La situación ha dejado, hasta el momento, tres muertes confirmadas, dos en Texas y una más en Nuevo México, entidades fronterizas con Chihuahua del lado mexicano.
El virus se ha expandido a 24 estados y el 90 % de los casos están ligados al brote en el oeste de Texas, que ya tiene conexiones genéticas con contagios en México y Canadá. Solo en Texas, los contagios crecieron 6 % en los últimos días, alcanzando los 597 casos.
El brote se propagó en comunidades de Texas donde la prevalencia de vacunación es significativamente baja, y al haber contacto con personas en movilidad entre Chihuahua y Nuevo México esto se ha ido propagando.
El estado de Chihuahua se ha convertido en el epicentro del brote de sarampión en México, acumulando la gran mayoría de los casos confirmados en el país. Hasta el 19 de abril, se contabilizan 455 contagios en la entidad, de los cuales 22 fueron reportados en solo 24 horas.
Los municipios más afectados son:
Cuauhtémoc (213 casos)
Chihuahua capital (82)
Riva Palacio (35)
Ahumada (30)
Namiquipa (22)
El virus ha seguido una expansión geográfica constante desde marzo, con nuevos casos apareciendo casi a diario en diferentes municipios. En abril, se reportaron casos en Ojinaga, Ascensión, General Trías, Parral, Nuevo Casas Grandes, Galeana, Bocoyna y Aldama, entre otros.
El primer fallecimiento en el estado por sarampión ocurrió el 11 de abril, cuando un hombre de 31 años murió en el municipio de Ascensión. No estaba vacunado y padecía diabetes, lo que agravó su condición. Este caso fue vinculado al brote registrado en Texas, en Estados Unidos.
En el lado estadounidense, el Departamento de Salud de Texas confirmó 90 casos en la región de South Plains, cerca de El Paso, con más de una docena de hospitalizaciones. Nuevo México también reportó nueve contagios en el condado de Lea, en su mayoría en niños no vacunados.
El análisis epidemiológico del CDC, basado en 712 casos, revela datos preocupantes:
97% de los infectados no estaban vacunados o su estatus de vacunación es desconocido.
1% tenía una sola dosis de la vacuna MMR (sarampión, paperas y rubéola).
2% contaba con el esquema completo de dos dosis, el cual ofrece una protección del 97%.
Los grupos de mayor riesgo identificados son:
Niños menores de 5 años: 32% de los casos (225 personas).
Personas entre 5 y 19 años: 38% de los casos (274 personas).
Adultos de 20 años o más: 28% de los casos (198 personas).
Además, 79 personas han sido hospitalizadas por complicaciones asociadas al virus.
El brote en Texas no solo se mantiene como el más grave en Estados Unidos, sino que también ha traspasado la frontera con México. La secuenciación genética confirma que los virus detectados en México y Canadá tienen el mismo origen que el brote texano.
Ante esta expansión internacional, las autoridades de EE.UU. han intensificado su respuesta:
Reuniones quincenales con México y Canadá para coordinar acciones.
Monitoreo de aguas residuales para detectar el virus.
Refuerzo del personal con siete nuevos funcionarios del CDC en campo.
En México, el brote de sarampión también ha generado alarma. Hasta abril de 2025, se registran 421 casos confirmados, una cifra considerablemente mayor que la del año anterior.
Los estados más afectados son:
Chihuahua: 403 casos
Sonora: 5 casos
Campeche: 4 casos
Oaxaca: 4 casos
Tamaulipas: 2 casos
Querétaro, Sinaloa y Zacatecas: 1 caso cada uno
La situación es especialmente preocupante en Chihuahua, donde se concentra el 95% de los contagios nacionales.
La respuesta corta: sí. La disminución de las tasas de vacunación en algunas zonas de México, junto con la movilidad diaria entre México y Texas, incrementa el riesgo de un brote local de sarampión.
El sarampión es altamente contagioso y puede propagarse rápidamente entre personas no vacunadas. Si consideramos que la inmunidad colectiva requiere una cobertura superior al 95%, los niveles actuales de vacunación en ciertas regiones mexicanas resultan insuficientes para detener la propagación.
El sarampión se transmite principalmente a través de:
Gotitas respiratorias al toser o estornudar.
Contacto directo con secreciones de personas infectadas.
Los síntomas iniciales incluyen:
Fiebre alta
Tos
Congestión nasal
Conjuntivitis
Manchas blancas en el interior de las mejillas
Erupción roja que se extiende por todo el cuerpo
Actualmente, no existe un tratamiento antiviral específico contra el sarampión. El manejo médico se basa en:
Control de síntomas
Buena nutrición e hidratación
Administración de vitamina A para reducir riesgos de complicaciones
Uso de antibióticos solo en caso de infecciones secundarias
La forma más efectiva de protegerse es la vacunación. La vacuna triple viral (MMR) es gratuita en México y está disponible en todos los centros de salud públicos.
Verificar que los niños menores de 6 años tengan ambas dosis de la vacuna MMR.
Adultos que no recuerden su esquema de vacunación deben consultar en su centro de salud.
Evitar viajar a zonas con brotes si no se cuenta con inmunización.
Buscar atención médica inmediata ante síntomas sospechosos.
(Con información de agencias)