El expresidente ultraderechista Jair Bolsonaro enfrentará un juicio en Brasil por su presunta participación en un intento de golpe de Estado contra su sucesor, Luiz Inácio Lula da Silva. Esta decisión histórica de la Corte Suprema representa un duro golpe a las aspiraciones del líder opositor de regresar a la presidencia.
Cinco magistrados del Tribunal Supremo aprobaron por unanimidad la solicitud de la fiscalía, que acusa a Bolsonaro, de 70 años, de encabezar una organización criminal para impedir la toma de posesión de Lula tras las elecciones de 2022.
El exmandatario, quien se declara perseguido político, afirmó que las acusaciones son infundadas. Sin embargo, de ser encontrado culpable, podría enfrentar hasta 40 años de prisión. A pesar de su inhabilitación política hasta 2030, Bolsonaro mantiene su intención de participar en las elecciones presidenciales de 2026, confiando en que su sanción sea revocada.
Según la fiscalía, Bolsonaro y su círculo cercano habrían elaborado un plan para instaurar un “estado de defensa”, que incluso contemplaba el asesinato de Lula y del juez Alexandre de Moraes. La falta de apoyo del alto mando militar evitó la ejecución del golpe.
Además, las investigaciones vinculan a Bolsonaro con los disturbios del 8 de enero de 2023, cuando sus seguidores irrumpieron en las sedes del Congreso, el Supremo Tribunal y el Palacio Presidencial, exigiendo una intervención militar.
Junto con el exmandatario, enfrentarán juicio siete de sus excolaboradores, entre ellos:
Walter Braga Netto (exministro de Defensa)
Anderson Torres (exministro de Justicia)
Un excomandante de la Marina
El martes, Bolsonaro sorprendió al presentarse en la primera audiencia del juicio, pero no asistió a la sesión del miércoles. Su abogado, Celso Sanchez Vilardi, defendió su inocencia, alegando que “no se halló absolutamente nada” en su contra.
El expresidente brasileño ha comparado su situación con la de Donald Trump, quien busca regresar a la Casa Blanca a pesar de sus problemas legales. Bolsonaro espera que el líder estadounidense pueda interceder a su favor.
Mientras tanto, Lula, de 79 años, mantiene la incertidumbre sobre su posible reelección, en un Brasil dividido políticamente.
El juicio contra Bolsonaro marcará un hito en la historia política de Brasil, con implicaciones que podrían definir el futuro del país. A medida que avancen las investigaciones, crece la expectativa sobre si el exmandatario podrá evadir la justicia o si finalmente enfrentará una condena ejemplar. N
(Con información de AFP)
