La idiosincrasia del pueblo chino deriva de siglos de confucianismo. La inmensa mayoría aún practican el sistema moral de Kung-tse que busca el perfeccionamiento personal, basado en cinco virtudes cardinales. Ellas son: benevolencia, rectitud, corrección, conocimiento y buena fe. En su orden, enmarcan las cinco relaciones torales para cada individuo, es decir, la relación soberano-súbdito, la de padre-hijo, la de hermano mayor-hermano menor, la fraguada entre cónyuges y la existente entre amigos. En la base de este sistema político está «la investigación de las cosas por la razón y el conocimiento». Por ello, el egoísmo es un producto artificial que debe evitarse para vivir socialmente. En este bosquejo seguimos a Monserrat Martí, en su estudio preliminar a los Cuatro Libros Clásicos (Bruguera, 1968, a páginas 29 a 31).
El capítulo X del Ta-Hio (Libro de la Gran Ciencia) se intitula «Necesidad de gobernar bien los reinos para que el mundo entero goce de paz y armonía». Su punto 9 señala, «Si el príncipe o los magistrados promulgan leyes o decretos injustos, el pueblo no los cumplirá y se opondrá a su ejecución por medios violentos y también injustos. Quienes adquieran riquezas por medios violentos e injustos, del mismo modo, las perderán por medios violentos e injustos». Bueno… Donald Trump es el primer presidente convicto que gobierna Estados Unidos… y lo hace casi exclusivamente mediante decretos. Hasta ahora, sus opositores utilizan el poder judicial para contenerlo, lujo que ya perdimos los mexicanos. Pero aquí y allá, es una vulnerabilidad que adversarios y enemigos, internos y externos, usarán estratégicamente para hacer avanzar sus intereses nacionales. Los objetivos de Europa Occidental ya no son los de Estados Unidos, y la OTAN es hoy un dinosaurio agonizante con la espina de la traición clavada en el… corazón. Los chinos observan y los europeos lloran.
El numeral 22 del mismo capítulo advierte, «Si los gobernantes sólo piensan en aumentar sus riquezas personales, se rodearán de hombres perversos, quienes aparentarán ser ministros justos, y el Reino será dirigido por esos hombres depravados. Sin embargo, la actuación de estos ministros atraerá sobre los miembros del Gobierno la ira del pueblo y el castigo del Cielo. Si se llega a este punto, ni el ministro más justo y virtuoso podrá detener la marcha hacia la ruina…» No parece existir tal ministro virtuoso en la corte del «Rey Donald», máxime si su fiscal general comparte apellido con un conocido asesino serial y la Casa Blanca tiene la misma dignidad imperial que un concesionario automotriz. Los chinos ríen.
En el Capítulo XXVIII del Chung-Yung (Libro de la Doctrina del Medio) se lee, «Grandes males afligirán al hombre ignorante y vicioso que pretenda regirse por sus propios principios, a quien, sin ocupar ningún cargo público, pretenda arrogarse un poder que no le pertenece…» La cuenta regresiva está corriendo para que el choque de egos estalle en un gran escándalo de complicidades y tráfico de influencias. El «deep state» civil, como en la primera administración Trump, pone cotos al presidente y a Musk, pero ahora mucho más disminuido. Está en marcha el desmantelamiento de «América como policía del mundo». A este paso, Putin será más grande que Stalin en los libros gratuitos de texto de la «nueva escuela rusa». Aquí y allá, los militares ríen.
El numeral 10 del capítulo VIII del Lun-Yu (Comentarios Filosóficos) ofrece la siguiente reflexión, «El hombre acostumbrado a actuar con violencia y ardor, dará lugar al desorden y a la anarquía, en cuanto se vea sujeto a sufrimientos y privaciones. El hombre perverso será causa de desorden y de anarquía, aun cuando no se vea sumido en las privaciones y sufrimientos de la miseria.» En menos de cien días, el Ejecutivo federal estadounidense ha sido catalizador del cambio abrupto hacia un Nuevo Orden Mundial donde, como siempre, los más astutos saldrán beneficiados, no los más fuertes. Ello, porque la aparente omnipotencia unipolar de hoy engendra un frágil equilibrio multipolar. El púrpura triunfal de la «toga picta» podrá convertirse mañana en el anaranjado del uniforme de convicto. Ninguna injusticia es perpetua, pero puede ser efectiva e inmediata, con instituciones internacionales debilitadas, como las actuales.
Ahí mismo, pero en el numeral 13 se puede leer, «Si un reino es gobernado de acuerdo con los principios de la recta razón, sólo los perversos se hallarán sumidos en la miseria y la pobreza. Sí, por el contrario, un reino no es gobernado de acuerdo con los principios de la recta razón, quienes disfruten de honores y riquezas serán los perversos.» Esto es cierto en Culiacán, Teherán, Cuernavaca, Estambul, Hermosillo, Moscú, Zacatecas, Washington DC, Chilpancingo, Tel Aviv, Villa Hermosa y tantos otros páramos, gobernados como feudos personales. Los perversos abundan. Vienen en diferentes idiomas e ideologías políticas, pero todos son iguales.
El número 26 del Capítulo V del Hia- Lun (Reflexiones y Enseñanzas) registra está máxima, «Los discursos tendenciosos y falaces pueden llegar a pervertir a los hombres mas virtuosos. La inconsistencia y la impaciencia destruyen los más elevados propósitos.» Las palabras crean realidades. Así lo evidencia el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021. Mientras tanto, Xi evalúa sus opciones, evita decisiones frívolas y precipitadas, ni se exalta ni se desborda, calcula sus palabras y sus actos. Por ahora, permite que Trump se ahogue en su saliva y en su ego. N
* Doctor en Derecho Internacional (Cédula 4258715), egresado BITAC DHS, analista estratégico (EC0329 folio 3728223) y educador.
