El expresidente de Bolivia, Evo Morales, presentó su renuncia formal al Movimiento al Socialismo (MAS), el partido que lideró durante 26 años y que actualmente se encuentra en el poder. Su decisión responde a su intención de postularse a la presidencia en las elecciones generales del 17 de agosto de 2025.
Según su equipo legal, la renuncia de Morales fue presentada ante el Tribunal Supremo Electoral (TSE) el miércoles 26 de febrero. El abogado del exmandatario, Héctor Rodríguez, confirmó en rueda de prensa que el trámite ya fue radicado oficialmente.
Morales, distanciado del MAS y del presidente Luis Arce, anunció su candidatura bajo el partido Frente para la Victoria, una pequeña agrupación sin representación parlamentaria.
El líder cocalero, de 65 años, ha acusado al gobierno de Arce de llevar a cabo una “persecución judicial” en su contra con el objetivo de impedir su participación en las elecciones. En noviembre pasado, el Tribunal Constitucional Plurinacional otorgó el control del MAS a un grupo afín a Arce, intensificando la división entre “evistas” y “arcistas”.
Desde octubre, Morales permanece resguardado en el Chapare, Cochabamba, su bastión político, mientras enfrenta una orden de aprehensión por no presentarse ante la justicia en un caso de presunto abuso a una menor en 2016.
El Ministerio Público sostiene una investigación contra el expresidente Evo Morales por un presunto caso de trata de menores, relacionado con una relación que habría mantenido en 2015 con una menor de 15 años. Según la investigación, los padres de la joven habrían consentido la unión a cambio de beneficios, y un año después nació una hija fruto de la relación.
De acuerdo con el expediente del caso, la menor fue inscrita en la “guardia juvenil” de Morales con el único propósito de favorecer la carrera política de su familia y obtener beneficios personales.
El expresidente, de 65 años, ha rechazado los cargos, argumentando que ya fue investigado en 2020 por estupro, un delito que implica acceso carnal con una menor de 14 a 18 años, y que la causa fue desestimada en su momento.
Sin embargo, en esta nueva investigación, la Fiscalía se centra en un delito de trata de personas, lo que podría derivar en una pena de 10 a 15 años de prisión, según la fiscal Sandra Gutiérrez.
La justicia constitucional boliviana ha señalado que Morales no puede postularse nuevamente a la presidencia, ya que la Constitución solo permite dos mandatos. Sin embargo, el exmandatario insiste en participar en los comicios y desafía la inhabilitación.
La carrera electoral en Bolivia se perfila como una contienda marcada por la fragmentación del Movimiento al Socialismo, la confrontación política entre Morales y Arce, y la incertidumbre sobre la viabilidad de su candidatura. N
(Con información de agencias)
