La fiscal general de Baja California, María Elena Andrade Ramírez, explicó que la edad de la víctima es un factor determinante en los cargos que enfrenta el acusado. “La persona sigue bajo investigación, juzgada por la desaparición de personas y pederastia por el delito de índole sexual”, señaló Andrade Ramírez.
De acuerdo con la investigación, Avelino ocultó a la adolescente en una vivienda propiedad de su familia y la mantuvo sin contacto con sus padres, lo que refuerza la acusación en su contra. La fiscal destacó que, aunque la menor aparentemente accedió a irse con él, la situación no puede considerarse un consentimiento válido debido a su edad y al hecho de haber sido incomunicada.
La relación del acusado con la familia de la víctima también es un elemento clave en la investigación. Se ha revelado que Avelino era amigo del padre de Jennifer, lo que le permitió ganarse la confianza de la menor y ejercer una manipulación que la llevó a huir con él hasta Teziutlán. Durante varios días, la adolescente permaneció escondida hasta que agentes de la Fiscalía de Puebla lograron localizarla y rescatarla.
“Si bien es cierto, pudiera parecer que la menor hubiera aceptado irse con él, la mantuvo incomunicada en el lugar, no le permitía comunicarse con su familia para tomar una decisión diferente”, explicó la fiscal.
Jennifer Fernanda llegó a Tijuana el pasado 15 de febrero y actualmente se encuentra bajo el resguardo de su familia. El caso ha generado un fuerte llamado a reforzar la protección de menores y a prevenir situaciones de manipulación que puedan poner en peligro su seguridad.
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Este episodio resalta la importancia de la vigilancia parental y la necesidad de mecanismos de prevención que impidan que los menores sean víctimas de abuso y desaparición. Las autoridades continúan con la investigación y se espera que en los próximos días se definan más detalles sobre el proceso judicial de Avelino. N
